Capítulo 23.
POV - Carlos
Viajar en ese camper con Camila ha sido la experiencia más desafiante de mi existencia. No se trata de estar incómodo o del espacio reducido, sino que dormir a su lado y no poder tocarla es un sufrimiento continuo. Ella siempre se duerme primero por la noche, aparentando estar rígida, como si me negara incluso el aire. Pero con el transcurso del tiempo, su cuerpo le juega una mala pasada. Se mueve hacia mí. Sin darse cuenta, se acerca, me envuelve en sus brazos y apoya su cabeza en mi pecho. Yo permanezco quieto, con los músculos tensos, respirando despacio para no despertarla.
Cuando amanece y abre los ojos, al darse cuenta de su acción, se aleja de mí como si hubiera tocado algo caliente. Se levanta rápidamente de la cama, luciendo enojada de una manera que es obvia para todos. La miro de reojo y me río por dentro. Aunque su boca me odia, su cuerpo… su cuerpo recuerda cada noche que aún es mío.
El trayecto ha sido complicado, pero me ha brindado algo que había olvidado