Mundo ficciónIniciar sesiónNarrador.
Camila no durmió esa noche. Se quedó mirando la cuna donde los gemelos dormían tranquilos, con el corazón encogido. Sabía lo que iba a hacer, no había vuelta atrás. En el silencio, solo escuchaba sus respiraciones pequeñas, y eso le daba la fuerza que necesitaba para no quebrarse. Amaneció antes de tiempo. En la sala de reuniones, León, Martín y Santiago discutían los protocolos del operativo. Ella entró con paso firme, el rostro sereno.
—Voy a entregarme —dijo.
Nadie respondió. León apretó la mandíbula, sabía que discutir con ella era inútil. Martín bajó la mirada. Santiago solo preguntó:
—¿Estás segura?
—Es eso o lo matan. No pienso quedarme esperando a que me entreguen un sus re







