Charlotte heredó su puesto en la mafia italiana cuando tenía veinte años, ella es procedente del sur de Italia, específicamente en la región de Apulia, por medio de su padre cuando él falleció. Ella al ser la hija mayor debía encargarse de todo, negocios, fortuna y todo lo que conlleva llevar su gran apellido. Es una mujer fría y arrogante que no se deja pisotear por nada ni nadie. Decide radicarse en Nápoles, para manejar todo desde allí, ya que es una ciudad grande, también decide hacerse cargo de su hermana menor y manejar todos sus negocios. Cuando todo le resulta tal y como ella lo planea descubre una familia que llega a radicarse allí. Una organización criminal incluso más resistente que la de Charlotte al ser manejada por tres hombres fuertes y sumamente guapos. Ella debe demostrar de que está hecha y sobre todo debe mostrar que una mujer puede liderar el negocio quitando todos los estereotipos de ese mundo machista. Sin embargo, eso no es lo único que debe mostrar, también como ningún hombre puede atravesar su frío corazón. Sus principales armas, su inteligencia y belleza.
Leer másCharlotte Años más tarde —Mamá, mamá... —El llamado de mi pequeño hijo logra llamar mi atención.Me levanté de aquella cómoda silla en medio del jardín y gire mi cuerpo completamente llevando la mirada directo a Thomas, quien se aproxima rápidamente hacia mí con una enorme sonrisa en su pequeño y tierno rostro.Me incliné a su altura y le di un tierno abrazo, no desaprovechó el tiempo y a cada instante le demuestro cuanto lo amo.—Mamita, papá te está esperando en la sala, así que por favor no lo hagas esperar —dice con su voz agitada.—Hola mi amor, te extrañe demasiado; ¿si te divertiste con tu padre en el recorrido? —Sus pequeños brazos rodean mi cuello apretando con todas sus fuerzas.—Sí, pero estoy seguro que hubiera estado mejor si tú nos hubieras acompañado; todas las personas que trabajan en este lugar son muy cordiales y atentos, en todo momento le viven agradeciendo a ustedes por darles una excelente calidad de vida, en especial a tí.Lleve mis manos hasta sus hombros y
Charlotte.El sonido de una máquina que se encuentra en un costado de la cama logra despertarme, levanté la cabeza llevando la mirada a mi alrededor, es fácil saber que me encuentro en un hospital, trate de mover mi brazo, pero no lo conseguí con facilidad.Se encontraba enyesado, quise sentarme para salir de este lugar, lo cual fue completamente imposible debido al dolor en mis costillas, con mi mano libre levanté la bata dándome cuenta que me encontraba vendada.De repente ingresa Adriano con un ramo de flores en su mano y una enorme sonrisa en su cara, me sentí más tranquila al verlo y recosté la cabeza nuevamente sobre la almohada.—Buenos días mi querida Kristin —al escucharlo abro mi ojos y al mismo tiempo levanté las cejas—.¿Te gusta tu nuevo nombre? —susurro en mi oído.—No está mal —respondí dibujando una leve sonrisa—. ¿Cómo debo llamarte ahora? —Entrega las flores en mis manos y nuevamente se acerca a mi oído.—Axel Fischer, por ende eres la señora Fischer —un cosquilleo pa
Charlotte.Días despuésEl sonido de las aves logra despertarme, giro mi cabeza y pongo la mirada directamente en él, el hecho de verlo dormir tan tranquilo me hace sentir mejor.Hemos tenido bastante suerte al haber encontrado un lugar como esta pequeña casa, Adriano ya se encuentra más recuperado al igual que yo; de repente abre sus ojos y dibuja una sonrisa.—Buenos días amor —Correspondo a su saludo con un cálido beso.—Espero hayas pasado una buena noche, porque el día de hoy saldremos de este lugar e iremos a otro país, no podemos jugar más con nuestra buena suerte —sonríe ante mis palabras y lleva su mano hasta mi mejilla.—Está bien, agradezco que hayas salvado mi vida y lo que menos quiero es que nos atrapen y seamos separados. —Di vuelta y me puse de pie frente a él.—Iré a preparar el desayuno, así que vete alistando —me retire a la cocina mientras meneaba mi cadera coquetamente.Muerdo el labio inferior debido a la ansiedad que se apodera de mí, no podré estar tranquila h
Charlotte. Me despierto completamente desubicada con un largo pitido en mi oído izquierdo, el cual provoca un completo aturdimiento; trago saliva, la cual está llena de sangre. A mi alrededor hay humo, se puede escuchar sonidos que no son fáciles de diferenciar. Trate de moverme para safar el cinturón de seguridad y sale desde mi interior un grito desgarrador. —¡Carajo! —expresé, al sentir dolor en mi vientre. Me duele hasta el alma, pero al ver que Adriano se encuentra aún inconsciente mi mente logra sobrepasar el dolor; como pude logré salir del auto, caí sobre el césped húmedo, pero logre nuevamente ponerme de pie e ir hacia el costado del carro donde se encontraba el amor de mi vida. La puerta se encontraba atascada, por lo cual debí forcejear con las últimas fuerzas que quedaban en mi, para lograr abrir, al cabo de unos cuantos minutos conseguí hacerlo, ya no solo estaba saliendo sangre de su pierna, si no que también de su cabeza. «Mi3rda, no te puedes morir, esto lo estoy
Luego de que Adriano aceptara escapar junto a mí tomamos el auto y conduje a toda velocidad, lo único que deseaba con todas mis fuerzas era salir de allí lo más pronto posible. Quizá esta es la decisión más difícil de mi vida, dejar a un lado lo que en verdad conozco, la mafia, las armas, el poder… pero ¿qué podría salir mal? simplemente quiero esto, no quiero quedarme sola, tal vez ese es mi mayor miedo. Al mirarlo a él, me di cuenta que estamos hechos el uno para el otro, que somos solo uno, almas gemelas que no deben separarse tan fácil. —Tranquila, todo irá a cambiar. Si eso es lo que quieres, así será. Por mi parte, no me queda más que tu, así que haré todo lo que esté en mi alcance para poder estar junto a ti. —habla con su tono de voz suave y al mismo tiempo afirmando seguridad. Me acerco y lo beso, sus besos son lo que me da la fuerza que necesito. Miro atrás, el pasado queda allí, esa parte que siempre estuvo en mi. Perder a mi hermana, fue suficiente para poder pensar qu
CharlotteVer como una de las personas que más quieres en este mundo se muere desangrado enfrente tuyo, es algo que posiblemente iba a pasar en algún momento de mi vida, pero sinceramente no era algo que esperaba. Me agaché lo más rápido que pude para poder ayudar a Luciano, no obstante, así como le quitamos a la vida muchas veces, la vida también nos quita. Lía estaba en shock. Ella miró a su madre, quien intentaba escapar como diera lugar mientras se arrastraba. Mi hermana me observa, lo que menos quiere es que yo le dispare a esa mujer, ella se atraviesa una y otra vez. Sin embargo, el karma es poderoso. Adriano entra y observa la escena, con la mirada pude decirle todo y él no lo pensó mucho para dispararle a Julie.Siento que las cosas no pueden postergarse más de lo que debían ser, por mucho tiempo le di largas al asunto de esa mujer, teniendo algo de consideración con mi hermana. Pero, hay límites a los que se deben llegar.En ese momento, supe que era claro que no solo iba a
Charlotte Fui a tomar algo, necesitaba pensar. Para mi no era nada fácil darme cuenta que mi hermana, la única persona que me ha importado más que mi misma, se quería ir de mi lado, solo por esto, por lo que vivo ahora. No puedo evitar maldecir, mi vida está cambiando y no sé si eso es lo que quiero. Mojo mi cara, esto es un completo desastre y al fin al cabo, yo me estoy convirtiendo en un completo desastre. Me giré cuando alguien abrió la puerta. —¿Me estabas esperando mi querida sobrina? —me dice Julie, entrando con un arma en sus manos—. No podía estar bien sin darte tu regalo. ¿Me extrañaste?—Tu nivel de confianza es tan grande que me sorprende, ¿estás segura que esto es lo que quieres? —Sí, quiero matarte el día de tu cumpleaños. ¿No te parece buena la idea? —comienzo a reír. Ella no me asusta. —La verdad, no entiendo porque sigues acá. Debí no escuchar a Lía todas las veces que me pidió que te dejara quedar en la casa. —Sí, ella es una tonta que cree que todos son buenos
Charlotte.Voy camino a casa junto con Adriano, no puedo pedir más porque desde el inicio de este día él se ha encargado de hacerme pasar muy buenos momentos, lo observó con disimulo a través del rabillo del ojo, a pesar de que no es una persona emotiva noto en su rostro que se encuentra feliz. Algo que sin duda hace que los niveles de dopamina de mi cuerpo se nivelen, él es la persona que hace que mi cuerpo y mi cerebro estén acorde a todo. De un momento a otro giro su cara directo a mi, estira su mano y roza la mía; llevé la mirada fijamente en su cara y dibuje una leve sonrisa, obviamente no sale desde mi interior por la fecha, pero trato de corresponder de la manera mejor posible. Imaginarme casada con él, imaginar que él es mío en todo sentido, es algo que me hace sentir de una manera indescriptible. —Estoy ansioso porque llegue aquel día en que estés vestida de novia frente a mi y jures darme todo tu amor —su voz provoca en mí miles de emociones—. No tienes idea Charlotte todo
CharlotteEmpezar mi día, precisamente ese día, al lado del hombre que amo, simplemente no tiene comparación. No puedo dejar de mirarlo, no puedo dejar de sentirlo… porque él, Adriano me ha hecho cuestionarme muchas cosas de la vida, cuestionar el porqué hago las cosas y simplemente sí debo o no continuar con esto.Pensar que en algún momento de mi vida voy a estar sin él simplemente porque alguien quiere alejarlo de mí, imaginar que en algún momento lo puedo perder tan solo porque alguien quiere arrancarlo de mi lado, es algo que en verdad me aterra. Estar enamorado no es el mejor sentimiento del mundo, porque generamos ansiedad, tristeza y un sin fin de sentimientos incontrolables. Creo que lo que en verdad uno de los mejores sentimientos es poder tenerlo junto a mi y poder sentir todo lo que él provoca en mí. Me pongo de pie para ir al baño, sé que será un día largo, un día que no me gusta celebrar al recordar todo lo que sucedió ese día. Dejé a Adriano allí y abrí la ducha, que