Deimos salió de la consulta con una sonrisa en el rostro y nos observó a Balios y a mi. Era la segunda consulta de esta semana y aunque hace dos noches tuvo una recaída, podíamos notar como mejoraba su ánimo poco a poco. Había convencido a los Snow de turnarnos para acompañarlo a visitar al doctor.
Si, era claro que luego de enterarme de la relación de Felis con la doctora no iba a permitir que se mantuviera cerca de él, así que con la ayuda de Gerión encontramos a un excelente médico en el otro hospital de la ciudad.
Al salir mi buen humor desapareció. Austros y Elena nos esperaban en el coche para ir a comprar vestidos para la fiesta de hoy. Aunque los Snow insistieron una y otra vez para que no asistamos a la fiesta de Delle, no dí mi brazo a torcer, iba a ir, a demostrarle que no era la chica asustadiza que crió y finalmente el día había llegado.
Cuando llegamos al auto observé a Elena en el asiento del copiloto al lado de Austros, lugar que yo había ocupado durante todo el trayec