Roxanne sueña con encontrar el amor de su vida, pero su trabajo se lo impide. Soñadora, risueña y optimista, no pierde la esperanza de encontrar al hombre que sea merecedor de su corazón.
Leer másRoxanne:
Miraba al hombre frente a mi quien se vestía rápidamente mientras que la chica salía de su departamento, esto ya me lo había imaginado pero quería comprobarlo por mi misma.
—Escucha Roxanne...
—Callate Franklin —dije de forma tranquila—, no quiero escuchar de que no es lo que pienso y bla bla, ya lo sabia asi que no te preocupes, solo vine a dejarte tus llaves y buscar mis cuchillos.
—Pero Roxanne..
Fui a la cocina a buscar los cuchillos, no me sentía molesta o humillada, me alegro de que me haya abierto los ojos y así darme cuenta de que es un idiota.
Guarde mis cuchillos en su lugar.
—Linda..
—Callate antes de que use uno de mis cuchillos en tus huevos —lo señalé—, es más que claro que tu no quieres estar conmigo, esta bien, no somos el uno para el otro. Adiós.
Salí del departamento de Franklin, no estaba molesta, solo decepcionada de mi misma por haberme metido con un hombre como el.
¿En que demonios estaba pensando? Yo soy demasiado lista, supongo que esto tenía que ser así ¿no?
Al menos no me enamore.
Por suerte.
Me fui a la parada de autobús para irme a mi departamento, pero para mi muy mala suerte, empezó a llover. No se puede poner peor.
Un auto paso a toda prisa dejándome empapada, mire mi vestido y este estaba marrón del lodo que había caído en el.
—¡Idiota! —le grité al auto como si me fuese a escuchar.
Y como si me hubiese escuchado, dicho auto se detuvo a unos cuantos metros de la parada del autobús. Un hombre bajo de el y vino hacia mi.
—Lo siento señorita..
—¿Lo siente? Mire como dejo mi vestido —miré el mismo— ¿en que demonios estaba pensando usted? ¿Eh?
—Es que llevaba prisa y..
—Eso no le da el derecho de pasar así señor —lo señale— ¿y si hubiese habido una mujer embarazada o una con un bebé?
El hombre frente a mi desvió la mirada completamente avergonzado.
—Lo siento señorita —suspiró—, es que llevo prisa ¿entiende?
—No lo entiendo.
—Es que mi hijo está por nacer ¿bien? Y estoy yendo al hospital —sacó algo de su saco, era un billete, tomo mi mano y lo dejó sobre ella—, es por el daño hacia su vestido y de nuevo lo siento... Tengo que irme.
—Oiga pero.. —se fue hacia su auto y se subió— ¿Que se cree? ¿Que un par de billetes solucionaran su error? —mire mi mano, fruncí el ceño, me había dado un billete de cien dólares, pero había algo más.
Una pulsera.
Tenía una letra en ella, una M grabada en oro o eso creo, la guarde junto con el billete, al menos pago por los daños.
—Es desagradable cruzarse con personas así —suspiré—, Diosito —mire hacia el cielo— ¿que pecado estaré pagando para no encontrar un buen hombre? Quizá en otra vida asesiné a alguien.
¿Tan difícil es encontrar a un hombre como mi papá? Un hombre perfecto y amoroso.
Bien decía mi mamá que hombres como esos ya no quedaban.
Vaya suerte la mia.
Roxanne: Días después... Los días habían transcurrido con total normalidad en la escuela, los niños por fortuna se acostumbraron a estar conmigo y ahora se sienten más cómodos, muchos de ellos son bastante extrovertidos, incluso muy conversadores. Otros no tanto pero se han esforzado por entablar una amistad con los demás niños. Erick ha tenido mucha confianza en si mismo estos dias, ya tiene el valor de pedir prestado algo si lo requiere, es un niño dulce y bastante listo. Tiene una habilidad para el dibujo algo impresionante, de hecho cada niño destaca en algo diferente y me enfoco en desarrollarlo a medida que pasan los días. —Tenga —una maestra me había dado un vaso con café, estábamos reunidos en el salón de maestros mientras los niños jugaban en el receso.—Gracias maestra Julie. —Llameme solo Julie —sonrio—, odio tantas formalidades. La maestra Julie está al lado de mi salón, ella se encarga de enseñarle a los niños un poco más grandes que los míos, se nota que es bastan
Roxanne: Boston: —Si papá, obtuve el empleo, empiezo mañana. —Me alegra oír eso mi niña, recuerda que eres capaz de lograr todo lo que te propongas. —Gracias por esas palabras papá, me hacen mucho bien. —Te dejamos para que descanses ¿bien? Luego nos cuentas como te fue en tu primer dia y de nuevo felicidades. —Gracias mamá, recuerden que los amo. —Y nosotros a ti —colgó. Solté un suspiro pesado, estaba un poco nerviosa por el dia de mañana. Mañana empezaría a ejercer mi segunda carrera, la docencia. Pero a la vez estaba feliz de saber que haría una de las cosas que me gustaban, que era enseñar. No fue sencillo encontrar una escuela en la que trabajar, por suerte había un puesto libre en una buena escuela, la paga estaba bien, pero lo que mas quería era ejercer.La cicatrices en mis piernas y brazo, me recordaban que era capaz de hacer todo lo que me propusiera, siempre y cuando lo hiciera con pasión y honestidad. Como me lo enseñó mi papá. Apartarme de ellos fue un proceso
Roxanne: Miraba al hombre frente a mi quien se vestía rápidamente mientras que la chica salía de su departamento, esto ya me lo había imaginado pero quería comprobarlo por mi misma. —Escucha Roxanne...—Callate Franklin —dije de forma tranquila—, no quiero escuchar de que no es lo que pienso y bla bla, ya lo sabia asi que no te preocupes, solo vine a dejarte tus llaves y buscar mis cuchillos. —Pero Roxanne..Fui a la cocina a buscar los cuchillos, no me sentía molesta o humillada, me alegro de que me haya abierto los ojos y así darme cuenta de que es un idiota. Guarde mis cuchillos en su lugar.—Linda..—Callate antes de que use uno de mis cuchillos en tus huevos —lo señalé—, es más que claro que tu no quieres estar conmigo, esta bien, no somos el uno para el otro. Adiós. Salí del departamento de Franklin, no estaba molesta, solo decepcionada de mi misma por haberme metido con un hombre como el. ¿En que demonios estaba pensando? Yo soy demasiado lista, supongo que esto tenía que
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