1.

Roxanne: 

Boston: 

—Si papá, obtuve el empleo, empiezo mañana. 

—Me alegra oír eso mi niña, recuerda que eres capaz de lograr todo lo que te propongas. 

—Gracias por esas palabras papá, me hacen mucho bien. 

—Te dejamos para que descanses ¿bien? Luego nos cuentas como te fue en tu primer dia y de nuevo felicidades. 

—Gracias mamá, recuerden que los amo. 

—Y nosotros a ti —colgó. 

Solté un suspiro pesado, estaba un poco nerviosa por el dia de mañana. Mañana empezaría a ejercer mi segunda carrera, la docencia. Pero a la vez estaba feliz de saber que haría una de las cosas que me gustaban, que era enseñar. 

No fue sencillo encontrar una escuela en la que trabajar, por suerte había un puesto libre en una buena escuela, la paga estaba bien, pero lo que mas quería era ejercer.

La cicatrices en mis piernas y brazo, me recordaban que era capaz de hacer todo lo que me propusiera, siempre y cuando lo hiciera con pasión y honestidad. 

Como me lo enseñó mi papá. 

Apartarme de ellos fue un proceso duro, ya que no estaba en mis planes hacerlo, pero decidí que tenia que experimentar las cosas por mi cuenta y al final todo me ha salido como he querido, claro, no sin ayuda de mi pulsera de la suerte. 

Han pasado cinco años desde que la tengo y para mi es la cosa que me ha dado suerte, por así decirlo, no recuerdo al sujeto que me la dio aquella noche, pero se que desde que la tengo, todo me ha salido al pie de la letra, soy de las que cree que la suerte existe. 

Claro que si. 

(...) 

Al dia siguiente. 

Miraba el hermoso salón de clases que me habían asignado, todo estaba decorado con flores hechas de papel, juguetes al otro lado y muchos libros. Mi escritorio tenía flores y en la ventana habían más. 

Cada padre entraba con su pequeño, algunos solo venían con sus mamás, estaba feliz de que ninguno viniese solo. 

—Buenos días a todos, mi nombre es Roxanne Cavalli, seré la maestra de sus hijos. 

Salude a cada niño con la mano y ellos me correspondieron el saludo, todos lucían emocionados. 

—Les agradezco a los padres que están presentes el dia de hoy —les di una hoja a cada adulto—, ese es mi plan de estudio para los niños este año, como pueden ver, hay muchas actividades tanto dentro como fuera del aula, manualidades, lectura para reforzar a cada pequeño a estimularse. 

—Disculpe maestra, aqui dice que tiene un programa de cocina. 

—Así es, se por experiencia propia que el aprender a cocinar desde pequeños —sonreí—, nos volvemos mucho más funcionales para el futuro, me gusta mucho fomentar la independencia desde pequeños, así van aprendiendo a hacer cada cosa a su ritmo y ser más independientes... Les prometo que mi programa de cocina no contiene nada que no sea saludable para ellos. Por eso me gustaria saber si alguno de ellos tiene algún tipo de alergias para yo presentar un menú que se adapte para todos. 

Sonreí al ver a los padres complacidos con la propuesta del programa de la cocina, me tome el tiempo de responder sus preguntas y algunas inquietudes, luego de eso, ya pude empezar con la clase oficialmente cuando ellos se marcharon.

—Como saben me llamo Roxanne —camine de un lado a otro—, me gusta mucho cocinar, hacer dibujos y soy amante de los aviones de papel, me gustan las caricaturas y las flores.. Ya que me conocen, quiero conocerlos uno a uno ¿que dicen? 

Todos los pequeños asintieron. 

—Tu —señale a la primera niña— ¿Cómo te llamas linda?

—Soy Susan y me gustan las princesas.

—Muy bien Susa, démosle un fuerte aplauso a Susan por presentarse. Ahora ¿quien seguirá? —puse mis manos detrás de mi espalda, todos los pequeños levantaban las manos, a excepción de uno— tu. 

El miro a los lados y se señaló, yo le asentí, luego el negó varias veces. Me acerqué a su pupitre y me agache a su altura. 

—¿Por que no te presentas? 

—No puedo hacerlo —me dijo con sus manos.

Parpadee algunas veces al verlo hablarme con lengua de señas, mi vista se fue al aparato auditivo que esta en su otro oído. Se que me escucha pero ¿por que no habla? 

—Lo entiendo —le respondí del mismo modo. 

—¿Sabe lengua de señas? —me preguntó, se notaba sorprendido. 

—Claro, lo aprendí hace muchos mucho tiempo ¿como te llamas?

—Erick, Erick Porter.

—Erick —le sonreí— Te llamas como mi abuelo —rei un poco—, un placer conocerte Erick. 

Me puse de pie y fui hasta el medio del salon. 

—Nuestro amigo se llama Erick —lo señalé—, no puede hablar pero si escucharnos, espero que sean buenos amigos con el. 

—Maestra —una niña levantó la mano— ¿Como se llama eso que hizo con las manos?

—Se llama lenguaje de señas —sonreí un poco—, se usa para poder comunicarse con las personas que no pueden hablar y escuchar, pero en el caso de Erick, el puede escuchar pero no puede hablar, mientras estemos en clase les podré enseñar unas palabras para que puedan entender a Erick ¿les gusta la idea?

— ¡Si! —gritaron emocionados. 

—Bien, entonces empecemos con la clase. 

Empecé con clase, mi vista se fue hacia Erick quien sacaba sus materiales de forma muy ordenada, se notaba que era un poco tímido. Tendré que hablar con sus padres, no sabía que el no podía hablar. 

Estaba aliviada de haber aprendido lengua de señas en la universidad, siempre nos decían que aprenderlo era vital para el aprendizaje, vaya que si tenían razón. El lenguaje de señas es una de las cosas que se deberían aprender por obligación en cada escuela.

Si Erick está aquí es porque su discapacidad no es completa por así decirlo, si no, estuviese una escuela especialmente para los niños con su condición.

(...) 

La hora de salida había llegado, fue un buen primer dia para todos los niños. Justo ahora estaba en la salida despidiendo a algunos de ellos, esperaba poder ver uno de los padres de Erick, aun me queda es inquietud de que no pueda hablar. 

Una mujer algo mayor había llegado, ahora que lo recuerdo ella estaba presente en la presentación esta mañana. 

—Disculpe, usted vino esta mañana con Erick ¿no?

—Así es maestra, me llamo Tiana —estrecho mi mano— ¿todo bien con el niño?

—Mas que bien no se preocupe, me di cuenta de que es muy listo —le sonreí a Erick—, lo que si me sorprendió un poco es que no habla, o bueno solo lo hace por medio le lengua de señas. 

—Oh si, es que no puede hablar. 

—Entiendo ¿es un familiar directo?

—Soy su nana, me encargo de cuidarlo. 

—Me gustaría hablar con los padres de Erick, tengo unas cuantas preguntas que hacerle sobre el, no son nada malo, pero me gustaria formularlas personalmente. 

—Vera maestra, el señor Porter es un médico muy ocupado —dijo con un poco de pena— y rara vez está en casa, si tiene una duda..

—No quiero sonar grosera, pero me gusta tratar temas más profundos con los padres, si llega a ver al señor Portes, dígale que venga cuando pueda, me gustaria saber algunas cosas. 

—Claro que si. 

Me agache a la altura de Erick. 

—Nos vemos mañana Erick, lo hiciste muy bien el dia de hoy, felicidades. 

—Gracias maestra. Adios. 

Se fue de la mano con su nana hacia el auto, se volvió a despedir con la mano y luego se fue, yo termine de despedir a los niños faltantes, fue un lindo dia, lo hice bastante bien para mi primer dia. 

Me sentía orgullosa de lo que había logrado el dia de hoy. 

(...) 

Mas tarde.. 

Después de salir del colegio, llegue a mi departamento, me di un baño y me puse a planificar la clase del dia de mañana, hoy lo que hice fue observar las debilidades y fortalezas que cada niño, todos tienen un talento único. 

Me alegra saber que en mi clase hayan niños llenos de amor y con padres que se preocupan por ellos. 

Yo crecí en ese ambiente y es lo mejor que le puede pasar a todo niño. 

Miraba el dibujo de Erick, había dibujado lo que más le gustaba, que era el mismo dibujando, me sorprende que sepa dibujar bastante bien para la edad que tiene. 

Por lo que me había dicho su nana, su padre es médico y supongo que por eso no fue al salon el dia de hoy, se que la vida de un médico es agotadora, aunque la mujer no mencionó una señora Porter. 

No quiero hacer especulaciones, pero ¿Será viudo o divorciado? 

Mejor no pienso en esas cosas. 

Guarde todo lo que use y me acosté, fue un buen dia pero tambien fue algo agotador, mire las estrellas pegadas en mi techo que estaban iluminadas, poco a poco cerré los ojos. Mi cuerpo empezó a sentirse liviano. 

Desperté en una casa extraña ¿que hago aqui? ¿Donde esta mi mama? 

—Hola mi niña.. ¿te sientes bien?

Era Zack, así lo llamaba mi mamá, no entiendo por que me trajo aquí. 

—¿Que hago aqui? Llévame con mi mami —empecé a  llorar.

—No mi amor, no iremos con mami, tu y yo haremos un viaje largo —arrastraba las palabras, olia muy feo—, solo seremos papá e hija.

—Yo no quiero irme contigo, quiero a mi mami.

—No, tu mami se quedara con ese hombre... Ella no te quiere, yo si, papá te quiere.

—¡Eres un mentiroso! Mi mami si me quiere y mi papá también.

—¿Tu papá? ¡Ese hombre no es tu papá entiendelo! — me gritó haciendo que llorara— ¡¿Sabes lo que tuve que hacer para que fueses solo tu?! Tuve que deshacerme de ese bebé para que tu fueras mi única hija. ¡Yo soy tu padre!

No entendía por que el me decia esas cosas, yo solo queria irme. 

—Mi papá es Marcelo, llevame con el, el es mi papá...

—Ese hombre no es tu papá, te voy a enseñar a que debes respetarme, soy tu padre y merezco respeto.. 

Retrocedí en la cama, vi como el se quitaba el cinturón, luego empezó a golpearme con el cinturón, me tomo del cabello y me lanzo al suelo, mi cabeza golpeó algo duro. 

Me senté en la cama de golpe, mire hacia el reloj, eran las dos de la mañana.. Por más que lo intentara, esas pesadillas no lograban irse. Era lo mismo cada noche, siempre soñaba con Zack y la noche de mi cumpleaños, en la que el me sacó de la casa de mis abuelos para llevarme. 

Eso era una de mis más grandes torturas, tener esas constantes pesadillas de aquel hombre golpeándome de una manera demasiado salvaje. 

Tuve que controlar mis manos ya que estas temblaban sin control, pensé que después de ir a terapia esto se iría, pero veo que no es así. 

Por culpa de ese hombre es que no puedo celebrar mi cumpleaños como una persona normal. El dia de mi cumpleaños pudo haber sido el dia de mi muerte, por eso no lo celebro, para mi es un dia doloroso. 

(...) 

Afortunadamente pude dormir un par de horas para poder venir a la escuela, al igual que ayer, saludé a algunos profesores que ya habian llegado, aun era algo temprano así que los niños llegarían en unos cuarenta minutos. 

Al entrar al salón un hombre me esperaba, miraba su teléfono, mi ceño se frunce un poco al verlo, su cara me parece algo familiar. 

—Buen dia. 

El volteo a verme. Si se me hace conocido ¿de dónde lo habré visto? 

—Usted debe ser la maestra Roxanne ¿no es así? —le asentí—, un gusto Maximilian Porter. 

Me acerque a el, quede impresionada por lo alto que es, además de lo grueso, parece luchador.

—Roxanne Cavalli —estreche su mano—, es el padre de Erick ¿no? 

—Así es, vine por que la nana de Erick me dijo que tenía que hablar conmigo, asi que aqui estoy. 

—Bueno —deje mis cosas sobre el escritorio—, Erick me demostró que es un niño muy listo, también que habla por medio le lengua de señas. 

—Ah si, Erick tiene apraxia del habla. Lo tiene desde nacimiento, lo he llevado a incontables médicos pero nadie me da una respuesta y eso que soy medico —rio un poco—, el caso es que Erick no habla, pero puede escuchar mediante su aparato auditivo, tiene hipoacusia también, Erick nació prematuro y con muchos problemas para respirar, pero creció como todo bebé sano y al año le diagnosticaron ambas cosas. 

—Entiendo —murmuré—, me alegra que sea un niño muy sano, la verdad es que es muy listo y algo tímido, si lo llame fue por eso, queria saber si Erick requería algún cuidado en específico. 

—No lo requiere, de hecho —se sacó algo del saco y me lo entrego—, son pilas extra para su aparato, se desespera un poco cuando eso sucede por que se asusta de si no oye nada. 

—Gracias por la informacion señor Porter —le sonreí. 

—Lo unico que si le pido maestra, es que le tenga un poco de paciencia —suspiro pesadamente—, Erick es un poco introvertido, pero se que tiene ganas de hacer amigos pero no sabe como hacerlo, ya que siempre ha estado en casa y ayer fue la primera vez que lo enviaba al colegio. 

—No se preocupe, que yo me encargare de hacerlo sentir bien. 

—Se lo agradezco, tambien me dijo que sabe lengua de señas —sonrio—, se había emocionado de ver a alguien mas a parte de mi y su nana hablarle así. 

—Lo aprendí en la universidad, sabia que algun dia me serviría de algo, este es mi plan de estudio —busque una hoja y se la entregue, el la tomo y la leyó—, su nana tiene una pero es mejor que usted tenga la suya para que sepa el plan de trabajo que implemento. 

—Lei el que la nana me dio, pero este es distinto —frunció el ceño mientras miraba el papel.

—Ah, es que agregue media hora de clases de lenguaje de señas —me miró de inmediato—, le enseñaré a los niños a aprender cómo comunicarse con Erick, para así hacerlo sentir cómodo. 

—Vaya —susurró—, muchas gracias Maestra, lo que usted está haciendo por mi hijo es algo admirable, no tengo cómo agradecerle. 

—Si tiene —me miró sin entender—, lo único que debe hacer es seguir alentando así a Erick, para que llegue con mas animos a la escuela. 

Y hablando de Erick fue el primero en llegar, al ver a su padre vino hacia el y este lo alzo en sus brazos. 

—Hola Erick, buenos días. 

—Buenos días maestra Roxanne —sonrió. 

Ya vi de donde me parecía tan familiar, es idéntico a su padre. Este lo bajo y lo llevó hacia su silla, poco a poco los niños venían llegando. Vi como su padre se despidió de el con un Te amo hijo, que el correspondio. 

Luego vino hacia mí y me entregó su tarjeta. 

—Esta es mi tarjeta, ahí esta la dirección de donde trabajo, mi teléfono y correo, puede llamarme si pasa algo con Erick. —le asentí—, cualquier cosa. 

—Claro que si señor Porter, no se preocupe por ello, por cierto —me acerque a el— ¿Erick es alérgico a algo?

—No ¿Por que lo pregunta? 

—Ah es que, tengo en mi cronograma de actividades, hacer cosas de comer, como galletas entre otras cosas, por eso le pregunto si el es alérgico a algo, ya sabe para que no pase un mal momento. 

—Ah entiendo, y no, no es alérgico a nada —negó—, solo que no le gusta la cebolla, fuera de eso, come un poco de todo. 

—Perfecto entonces, de nuevo gracias por haber venido —extendí mi mano un poco hacia el.

—Nos veremos seguido maestra, un placer conocerla —estrechó mi mano. 

Salio del salon de clases, yo mire la tarjeta, es un Neurocirujano, que impresionante. Guarde la misma y saque lo que usaría hoy en clase. 

—Buenos días mis pequeños solecitos. 

—¡Buenos días maestra Roxanne! —todos gritaron al unísono y yo me tape los oídos.

—Vaya energía con la que vinieron hoy —rei—, saquen sus cuadernos, empezaremos con la clase. 

En dos o tres días, haremos la actividad de la cocina, estaba preparada para todo, me sentia comoda haciendo esto, no me arrepiento haber estudiado esta carrera, aunque mi papá no estaba de acuerdo al inicio. 

Pensaba que me quedaría como chef ya que me gradué en gastronomía, hace unos años, empecé la universidad demasiado pronto, quería tener dos carreras y me esforcé por conseguirlo, tome la docencia como mi segunda carrera para poder estar al lado de los niños, ser ese soporte fuera de casa y enseñarles muchas cosas buenas. 

Me encanta lo que hago, no me arrepiento de tomar solo una para ejercer, por que esto lo hago con mucho amor. 

Enseñar a los pequeños.

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