Eira lavaba las heridas de Leah cada ciertas horas. Aunque no eran profundas, debido a su estado tan débil, cualquier bacteria podía entrar y evolucionar a una fuerte y mortal infección.
Su cuerpo desnudo y pálido quedó tendido en la cama.
El alfa iba dos veces al día a darle de su energía.
—No es necesario… —le dijo Eira al segundo día—. Parece que su lesión podría ser derivada de su cerebro. Tal vez el golpe al caer o…
—¿En cuánto tiempo estimas que despierte? —Noah no quiso escuchar el dramático diagnóstico de la loba anciana.
—No lo sé —Eira desvió la mirada. Claro que sabía; la respuesta era la misma que la de hacía dos días: posible estado vegetativo.
El alfa Noah no aceptaría jamás perder una batalla sin haber intentado todas sus estrategias.
…
—Esto es una completa locura —Toda la situación era irreal.
¿Qué hacía Rutt en medio del bosque a punto de secuestrar a un anciano sabio?
—Son órdenes de tu alfa…
—¿Sabes que podemos ser castigados por est