Después de ser encarcelada en una cámara frigorífica
—¡Quédate ahí y reflexiona sobre lo que hiciste! ¡Así sentirás todo el daño que le causaste a Amanda!
La amiga de la infancia de Alfa Carlos fue accidentalmente encerrada en un cuarto de almacenamiento durante tres días.
Para castigarme, me encerró sola en una cámara frigorífica abandonada, y solo me dejó un trozo de pan, pero lo que él no sabía es que, enseguida que él se fue, el refrigerador se encendió.
Adentro grité desesperadamente pidiendo ayuda, buscando cualquier forma de sobrevivir, pero desgraciadamente, aunque rasguñé las paredes hasta que mis uñas se desprendieron y mis dedos quedaron en carne viva, nadie vino a rescatarme y una semana después, él finalmente apareció frente a la cámara, esperando recibir mis disculpas cara a cara.
Pero cuando abrió la puerta, lo único que encontró fue mi cadáver congelado.