C13: No quería volver a verla.
La verdad era que Annika y Raiden seguían casados legalmente. Nunca se habían divorciado. Cuando Annika desapareció, Raiden se aferró durante mucho tiempo a la esperanza de que regresara. Al principio, la buscó con desesperación, moviendo contactos, haciendo preguntas, tratando de averiguar qué había sido de ella. Pero aquella búsqueda terminó chocando con una realidad difícil de asimilar.
Annika había dejado una carta. En ella decía que no quería ser madre y que solo había tenido a Charlenne para complacer a Raiden. Esas palabras lo dejaron confundido, herido y sin comprender del todo cómo alguien a quien había amado tanto podía decidir marcharse de esa manera, sin mirar atrás.
Aun así, no la odió. En su interior seguía convencido de que aquella decisión no había sido del todo racional. Pensaba que Annika había estado abrumada, que la presión de la maternidad, el cansancio y los cambios repentinos la habían superado. Creía que, en el fondo, seguía amando a su familia, pero que simple