POV de Kian
Dios, detesto las sorpresas.
Y sobre todo lo que viene con ellas: el shock, la confusión, la pérdida momentánea de control, la lucha por recuperarlo y las consecuencias de haberlo perdido. Las sorpresas solo generan todo ese maldito desastre. No puedo enfatizar lo suficiente cuánto odio las sorpresas.
Pero odiarlas no cambia nada, nunca lo ha hecho. Odiarlas no impidió que Leslie me sorprendiera con un divorcio. Tampoco impidió que Beverly desapareciera de la faz de la tierra solo para aparecer en el sitio de campamento donde estoy con el abuelo. No puedo permitir que sospeche que algo está pasando.
Durante los primeros instantes, me quedo inmóvil. No mover ni un músculo. Apenas soy consciente de las palabras del abuelo o su significado, pero recupero el control de mi cuerpo en el momento en que Beverly se acerca. Sacudo el shock que casi me paralizó y con el corazón latiendo fuerte, salgo a su encuentro. Agarro su mano y la hago girar de vuelta en dirección al auto en el q