Tras ser abandonada en el altar, Helene trata de buscar su camino en la vida recuperando su sueño de juventud, ser piloto. Así que se embarca en un nuevo viaje a una nueva ciudad para iniciar un curso intensivo en una de las empresas de aviación más prestigiosa del mundo, Aeromaya, pero en su primera noche en la ciudad se mete en problemas serios y es rescatada por un sexy y misterioso rubio, ¿Su forma de agradecer? darle una bofetada en la cara, y como la vida de Helene siempre parece un chiste de mal gusto, el sexy desconocido abofeteado resultó ser no solo el dueño de Aeromaya si no su principal instructor. Una propuesta de matrimonio inesperada. Una competencia a muerte por la graduación y un mal que Helene despertó sin querer y que pondrá en peligro su vida y a quienes la rodean. ¿Podrá su amor sobrevivir a su vida caótica? ¿O será capaz de superar todos los obstáculos que se presenten?
Ler maisEl avión entró en otra turbulencia que sacudió el interior con violencia al tiempo que un fuerte relámpago iluminaba a los pasajeros aterrados que se aferraban a sus asientos. Las luces se apagaron.
Una nueva contracción invadió el cuerpo de Helene y la hizo retorcerse de dolor mientras las manos de la azafata la sostenían contra el asiento.
— Respira — le decía, era alta y atractiva, con el cabello oscuro como el suyo. Era una amiga, Ana Leticia.
Cuando la contracción terminó, Helene respiró. Todo el asiento estaba manchado del líquido amniótico que había escapado de su cuerpo y mojaba el piso alrededor.
— ¿Dónde está mi esposo? — le preguntó a Ana Leticia y la joven miró hacia la otra azafata que estaba ahí tratando de calmar a los asustados pasajeros, era morena — ¡¿Dónde está mi esposo?! — preguntó de nuevo con más insistencia. Lo necesitaba, solo él podía ayudarla a sobrellevar la situación.
— No está — le dijo al fin la otra azafata — no está, el piloto no está en la cabina… Tampoco el copiloto — Helene apretó con fuerza la mano de Ana cuando le llegó otra fuerte contracción.
— Tienes que aguantar, Helene, estamos por llegar al aeropuerto — le dijo Ana Leticia, pero la otra azafata negó y se arrodilló frente a Helene.
— No podremos, el avión no puede aterrizar en piloto automático y el piloto no está — estaba pálida y muy asustada.
— ¿Dónde carajos está mi esposo? — preguntó de nuevo Helene en medio de la contracción de dolor. Se mordió la parte interna de la mejilla y sintió el sabor ferroso de la sangre en su lengua.
— No lo sabemos, de repente desapareció. Debe estar en el avión, pero no sabemos dónde… ¡Nos vamos a estrellar! — Ana Leticia regañó a la azafata dramática y cuando la contracción de Helene mermó, se soltó el cinturón de seguridad bajo la atenta mirada de las dos compañeras.
— Bien — dijo con la voz agitada y a pesar del dolor y de la panza grande se puso de pie — llévenme a la cabina, yo voy a pilotar esta cosa.
Gracias por llegar hasta aquí, espero que les hubiese gustado mi historia. La novela de Alexandra Tcherassi está en negociaciones, pero si todo sale bien estará disponible en febrero. Crucemos los dedos. De todas formas, estén pendientes de mis redes que allá anunciaré cualquier cosa que pase, solo escriban Diego Almary en cualquier red social y ahí aparezco jejeje Ahora haré una lista con las novelas de los personajes que aparecen en esta historia, para las nuevas. . La novela de Franco y Aurora (Sueños de Mafia) . La historia de Oliver y Lia, donde aparecen Portia y Helene por primera vez (Los rostros de CEO) . La historia de Esther y Leonel (El CEO vagabundo y la hija mimada de millonario) . La historia de Valentina y Gael (La Heredera Olvidada) Aquí aparece Itsac y Toro por primera vez. La novela donde aparece por primera vez Alexandra Tcherassi, por si se quieren poner en contexto antes de que inicie su historia es: (Destinada a ti) Aunque todas estas novelas estén conect
Seis meses después Helene se sentó en el asiento del piloto, los ojos se le llenaron de lágrimas, no podía expresar todo lo que estaba sintiendo. Al fin lo había conseguido, al fin era una piloto, lo era legal y en toda la regla. Una vez terminó todo aquello, encontraron el cadáver de Amadeus e Itsac lo sepultó en el cementerio central de la ciudad, lo más lejos posible de sus padres, Al otro lado. Fue un mes extraño, ser madre era tan diferente, todos la visitaban. Franco y Aurora llegaron desde Italia, su hermano Oliver y su cuñada lía llegaron con su pequeña sobrina Hada que observó a su primera primita con los ojos llenos de alegría. Incluso la mismísima Esther, hermana de Carlo, llegó con su esposo Leonel a visitarla. ― Me han contado todo lo que hiciste ― le dijo ― Me alegra tanto que hubieras encontrado tu camino en la vida ― le dijo ella y Helene la abrazó. ― Te perdiste de una muy buena historia ― le comentó. La muchacha sonrío. ― Estaba por ahí, disfrazándome vagabunda
Itsac se volteó, levantó El puño en lo alto y golpeó dos veces con mucha fuerza la cara de Amadeus, las heridas aún no estaban cicatrizadas y la cara comenzó a sangrarle, tenía todo el cuerpo quemado, tanto que era irreconocible, era un monstruo física e internamente. Cuando otra nueva sacudida del avión los lanzó a los dos de lado, Itsac se puso de pie con dificultad, corrió hacia donde Amadeus había puesto la varilla y la quitó con esfuerzo de entre el tren de aterrizaje.El lugar era estrecho, Amadeus se puso de pie, el arma había rodado unos metros más allá y comenzó a arrastrarse para tomarla. Itsac no tendría tiempo de llegar con ella, así que salió corriendo y se escondió tras un panel mientras el hombre descargaba El arma hacia él. Uno, dos, tres disparos. Itsac se preocupó de que le diera algo importante.― ¡Me lo arrebataste todo! ― le gritó a Amadeus, incluso su voz había cambiado a pesar de ser reconocible ― Me quitaste todo y por eso voy a matarte y voy a dejar que muera
― Pero, torre de control, eso es una locura ― dijo Itsac a través del radio, a lo lejos se lograba ver la tormenta que asechaba a la ciudad.― Ya le dije, ese aeropuerto está ocupado, un avión tuvo un problema en el tren de aterrizaje y obstaculiza el camino, debe virar y aterrizar en el que le indiqué.― sí, Pero hay una fuerte tormenta, puedo verla desde aquí, los instrumentos me dicen que…― Es es una orden directa ― le interrumpió la mujer al otro lado. ― no lo entiendo.― Simplemente es una orden, me la dieron y yo se la estoy transfiriendo, debe aterrizar en este aeropuerto, la pista está disponible, la tormenta no es tan fuerte como para que no le permita aterrizar.Itsac apretó el volante con mucha fuerza, le dio tanta rabia que se le calentó la cara. Miró a Saúl y su copiloto se encogió de hombros.― Créeme, si el otro aeropuerto estuviera disponible Te juro que desobedecería esa orden contigo, pero, ¿cómo vamos a aterrizar si hay un avión atravesado en la pista? debemos ir
El avión entró en otra turbulencia que sacudió el interior con violencia al tiempo que un fuerte relámpago iluminaba a los pasajeros aterrados que se aferraban a sus asientos. Las luces se apagaron.Ya había pasado mucho tiempo desde que comenzó el trabajo de parto, Helene imaginó que estaban a punto de llegar a México y sentía las contracciones cada vez más cerca. No creyó que alcanzaran a llegar, su bebé nacería en el avión, pero no entendía Por qué Itsac no aparecía ni la azafata que Ana Leticia había enviado.Una nueva contracción invadió el cuerpo de Helene y la hizo retorcerse de dolor mientras las manos de la azafata la sostenían contra el asiento. — Respira — le decía su amiga, Ana Leticia. La otra azafata llegó corriendo.Cuando la contracción terminó, Helene respiró. Todo el asiento estaba manchado del líquido amniótico que había escapado de su cuerpo y mojaba el piso alrededor. — ¿Dónde está mi esposo? — le preguntó a Ana Leticia y la joven miró hacia la otra azafata que
No lo había conseguido, Helene no lo había conseguido, había trabajado en eso por tanto tiempo y había sido el principal motivo de su llegada a la ciudad. Gracias a eso había conocido a Itsac y había sucedido todo lo que había sucedido, pero no lo había conseguido, no había conseguido que ese trauma desapareciera, que cediera. Itsac la había reprobado, no tenía otra opción, sus calificaciones eran perfectas, todo su historial académico tanto teórico como práctico lo desempeñó de manera admirable, pero no pudo aterrizar, lo intentó y lo intentó y lo intentó varias veces, pero algo se le resistía, algo interno y profundo. ¿Aún seguía siendo esa culpa que sentía por la muerte de Brenda? ¿por qué seguía sintiéndose mal al ser feliz a pesar de haber matado a alguien?Esa mañana lloraba en la cama conteniendo los espasmos cuando Itsac entró por la puerta, tenía su uniforme de piloto intacto, perfecto, pero en su expresión se notó una marcada culpa. Llegó hasta la cama con su esposa y la ab
Último capítulo