Capítulo VIII
Camila Velarde
Han pasado días desde que me casé con Maximiliano; hemos estado muy unidos, me ha llevado a pasear a la playa y a cenar.
La relación con mi padre está mejor, lo perdoné y ahora me siento muy feliz. Nunca me hubiera imaginado que Maximiliano se metiera tan profundamente en mi corazón. Mientras más lo trato, más me doy cuenta de que, a pesar de esa faceta fría que intenta mostrar, es un hombre bueno y humilde.
Maximiliano se fue ayer de viaje por negocios; me prometió que, al regresar, pasaríamos tiempo juntos y no me volvería a dejar sola. Lo extraño, y solo ha pasado un día desde que se fue.
Estoy terminando de peinar mi cabellera castaña oscura cuando mi suegra entra a la habitación. Mi relación con ella nunca ha sido cercana; mientras más alejada esté de ella, mejor. Greta, en una ocasión, le comentó a Maximiliano que soy una chiquilla, no la mujer que creyó que era, solo porque me emocioné al ver a Estheisy en casa.
Cuando tiene oportunidad, y más si es