Capítulo 85. Una Cena y Verdades a la Carbonara
Matías se recompuso. Guardó el móvil en el bolsillo de su chaqueta, tomando una respiración profunda para dejar atrás el peso de la llamada. Había evitado el desastre, pero la preocupación por el futuro se instaló como un invitado no deseado. Se acercó a la puerta del restaurante, ajustándose mentalmente.
Aura y Silvana ya estaban instaladas en la mesa de la esquina. Era un rincón íntimo, con un gran ventanal que ofrecía una vista perfecta de la tranquila calle. La luz interior de la Trattoria era cálida y ambarina, y el murmullo de las conversaciones y el tintineo de los cubiertos creaban una atmósfera relajante.
Silvana había tomado una copa de agua y conversaba con Aura, pero su mirada se desviaba constantemente hacia la puerta. Al ver a Matías aparecer, su rostro se relajó, aunque una chispa de nerviosismo aún brillaba en sus ojos.
Matías se acercó a la mesa.
—Disculpen la demora —dijo, intentando sonar casual. deslizando la silla frente a ellas. —¿Ya pidieron algo de beber?
—Solo