Capítulo 84. Encuentro
El último acorde resonó en el amplio estudio, y el pulso vibrante de la música se desvaneció, dejando tras de sí un silencio denso, cargado con el sudor y la satisfacción. Aura se quedó un momento inmóvil, sintiendo el eco de la energía colectiva en su pecho. Los profesionales de élite recogían sus pertenencias, susurrando admiración sobre la intensidad de la clase de la maestra, cuyo regreso era ya la noticia más comentada del circuito.
Aura se permitió un largo y profundo estiramiento, sintiendo cada músculo. No era dolor; era la sensación gloriosa de la fatiga bien ganada.
Se dirigió a los vestuarios, entrando en la zona de duchas. El agua caliente era un bálsamo, una purificación. Cerró los ojos y se dejó caer bajo el chorro. El vapor llenaba la pequeña cabina. Mientras el agua arrastraba la sal y el esfuerzo de la danza, Aura sentía que también se llevaba los últimos vestigios de la debilidad.
Era un ritual. Lavarse el cuerpo era lavar la intensidad del personaje que habita en