Capítulo 101. Sin Red.
Ramiro acortó la distancia que los separaba, ignorando el ruido de la ciudad que seguía zumbando a sus espaldas. Sus ojos, que tantas veces habían analizado fríamente a sus rivales bajo la presión de los estadios, ahora brillaban con una vulnerabilidad que Aura nunca le había visto.
—He pasado toda mi vida calculando cada golpe, Aura. Anticipando el movimiento del otro para no perder el control —confesó con la voz ligeramente ronca, buscando las manos de ella—. Pero contigo... contigo estoy fuera de la pista. No tengo estrategia, no tengo defensa.
Él hizo una pausa. Aura intentó apartar la mirada, pero el magnetismo de su presencia se lo impidió. Ramiro dio un paso más, eliminando cualquier rastro de aire entre ambos, y por un momento, dejó de ser el ídolo del tenis para convertirse en el hombre que temía perderlo todo.
—No quiero un contrato, ni una portada, ni salvar mi imagen —continuó, y su tono subió de intensidad, cargado de una determinación feroz—. Prefiero que el mundo piense