Kael.
—Esto es malo… —dije, apretando los puños con fuerza.
—¿Qué vamos a hacer? —cuestionó Nolan.
—La empresa de papá —susurró Damián.
Los tres estábamos en mi oficina discutiendo sobre los distintos recursos que dejamos de recibir de varias manadas aliadas que teníamos. Nos enteramos de que Luther era el culpable.
Además, hizo un pacto con un demonio que aumentó su poder y le dio habilidades especiales.
—Luther está demente. ¿Planea apoderarse del mundo entero? —inquirió Nolan, rodando los ojos—. Pero Damián tiene razón. El huerto no podrá mantener a todos si no hay manadas que comercien con nosotros. Debemos buscar la forma de ganar dinero en el mundo humano.
—Un segundo ingreso —aseveré, moviendo el lapicero sobre la mesa—. ¿Cuánto polvo tendrá ese bar?
Lo bueno era que mi padre tenía un contacto en el mundo humano que podría ayudarnos… sólo esperaba que estuviera vivo.
—¿Qué tan difícil puede ser llevar un bar de prostitutas?
—No es un bar de prostitutas —refuté—. Es un