Mundo ficciónIniciar sesiónStefan
—Todavía no he terminado contigo, nena. —Le aseguré contra su boca antes de devorarla nuevamente, preparándome para hacerla gritar mi nombre hasta que no pudiera más. Morgan se incorporó con una sonrisa traviesa en sus labios, su mirada fija en mí mientras se deslizaba por la cama hasta quedar de rodillas frente a mí. Sus manos recorrieron mi torso desnudo, sus dedos arañando mi piel justo lo suficiente para hacerme gruñir. —¿Creías que ibas a tener todo el control, Corsetti? —su voz era un ronroneo descarado, lleno de malicia y lujuria. Antes de que pudiera responder, sus manos bajaron hasta mis pantalones y los desabrochó con una facilidad insultante. Mi polla salió libre, dura y palpitante, tan jodidamente necesitada que dolía. Y entonces, sin advertencia alguna, su lengua se deslizó lentamente por mi longitud, desde la base hasta la punta, enviando un escalofrío de placer abrasador por todo mi cuerpo. —






