Mundo ficciónIniciar sesiónMorgan
—Valentino, no es... no podemos hacer esto aquí. —La voz de Olivia sonaba débil, pero no tanto por el miedo, sino por algo que no quería admitirme a mí misma. —¿Y por qué no? —preguntó él con un tono que goteaba peligro y deseo—. A ti te encanta cuando soy así, cuando te arrincono sin dejarte escapatoria. —No... —su protesta se cortó de golpe, seguida de un jadeo más alto y contenido. Estaban demasiado cerca. Pude imaginarlo perfectamente. Valentino tenía a Olivia contra la pared, sus cuerpos pegados de un modo que no quería ni pensar. Pero no podía evitarlo. —Eres mía, conejita. Aunque te empeñes en negar lo que ambos sabemos. —La voz de Valentino se volvió más baja, casi un ronroneo cargado de amenaza y promesas rotas—. Y voy a demostrarte que no puedes huir de mí. Nunca. Algo en mí se removió con fuerza, como un instinto protector y retorcido que se






