En el mundo de los lobos las almas son guiadas por dos dioses; la luna y el sol, padre y madre de cada lobo. Cada uno tiene una alma y se comparte cuando conocemos a nuestra pareja, es como un hilo que no nos permite estar separados, un hilo que nunca se puede romper, una atadura de amor inquebrantable donde dos almas se vuelven una sola. Pero yo... no quiero una mitad, quiero ser libre de las ataduras del amor y de todo sentimiento que implique una debilidad. Durante siglos las manadas han creído que la clave para ser más fuertes es conocer su pareja, pero en mi caso no lo veo así. El amor es debilidad, los sentimientos son debilidades por lo tanto yo crearé un nuevo imperio y desafiaré a los mismos dioses, manadas y reinos temblarán ante mi poder y demostraré que no necesitas atarte al amor para ser invencible. Y, aunque la amo con locura prefiero que nuestros destinos no se unan, se que estoy desafiando las reglas del bosque y de la manada RAKSHA, pero yo nací para crear mis propias reglas. Soy VAEL hijo del sol, yo nunca me oculto solo cambio de dirección.
Leer másEsta es la tercera parte de la trilogía de hombres lobos “los ojos del sol”
Orden para leer los libros 1- bajo el posesivo alfa 2-una diosa para un beta 3-vael alfa maldito. *** Me despierto agitada con la mano en mi pecho —¡ahhhh!— estoy empapada de sudor, trato de recobrar la respiración, pero se me hace tan difícil. Mi camiseta la podía exprimir de tanto sudor nocturno, mi cabello está hecho un desastre, las trenzas se habían deshecho, me miró al espejo, el cabello rojo es abundante, así que es pesado y está en mi cara. Pataleo, cansada y sin fuerzas, entró al baño de mala gana, abro la ducha, pero antes voy al lavamanos. Me miro en el espejo, mis ojos están al borde del llanto, tengo ojeras y me veo horrible y aunque trato de impedirlo las lágrimas no las puedo evitar, me sostengo del lavamanos, sorbo mi nariz y dejo de llorar de la nada —¿de qué te vale llorar? No hará que esta m*****a pesadilla desaparezca— me hablaba mi reflejo, creo que solo era producto de mi imaginación y de mi cerebro cansado. La realidad es que estaba cansada de la situación, he estado teniendo la misma pesadilla noche tras noche y ya no sé qué hacer, no tengo ningún recuerdo, solo sé que tengo una pesadilla y aunque uso medicamentos para poder evitarlas, últimamente ya no están funcionando. En mí se mantienen ojeras profundas las cuales cubro con maquillaje, tengo el cerebro cansado y la mirada apagada me veo cansada y sobre todo llego tarde a los entrenamientos por la cual termino sancionada. Tomo un cepillo y peino, mi cabello veo unas tijeras y lo corto un poco. Sin fuerzas voy a la ducha cierro la puerta de cristal y el agua caliente me quema, pero es lo que necesito diariamente para relajarme. Tallo mi cuerpo suavemente dejando que el agua remoje todo mi cabello, pero cuando abro los ojos veo una figura frente a mí, no logro verla bien, las paredes de cristal de la regadera están cubiertas de vapor, pero alguien dibujó una carita feliz así que abro la puerta pensando que era mi hermano y no hay nadie. Salgo de la regadera para confirmar, pero solo logro resbalar y darme un golpe en el ojo, grito suavemente mientras lo cubro con mi mano, voy al espejo y me miro un moretón, se va formando, tengo piel tan blanca que pareciera como si fuera volverme transparente así que las ojeras y los moretones se me notan mucho, debido a mis entrenamientos fuertes vivo lleno de ellos. —lo que me faltaba— espeto Estoy cansada, no duermo bien hace años, sin contar los problemas que tengo fuera de esta habitación, pero esa historia la contaré más tarde. Al cabo de un rato trato de tapar el moretón, lo logro y me cambio para ir al lugar que menos quiero hoy, entrenar, no quiero juntarme con él bastante, tengo con soportar mi vida diaria. Dicen que cuando eres un lobo la vida puede ser más fácil, pero yo no soy un lobo soy la hija de una ninfa y un beta. La puerta es tocada mientras yo estoy tratando de acomodar mi trasero en unos pantalones cómodos para entrenar, pero creo que he subido de peso, mamá dice que tengo una figura esbelta y atlética —¡YA VOY!— grito por la insistencia y con cuidado abro la puerta para que no se me vean los pechos, pues aún no me coloco la camiseta así que trato de no abrir mucho, saco un poco la cabeza —¿sí?— —¡hola prima!— Empujo la puerta para cerrar rápido, pero la detiene con su ante brazo, entra y me empuja a la cama bruscamente trato de taparme y correr al baño para encerrarme, pero me atrapa por la cintura camina conmigo a la puerta y cierra con seguro, me lleva de vuelta a la cama y se abalanza sobre mí subiendo mis brazos hasta mi cabeza con una mano y con la otra pone un dedo en mis labios y niega haciendo sonido de silencio. Se lame los labios y me mira con lujuria, con su pierna abre mis piernas ejerciendo fuerza y su mano se desliza desde mis senos hasta mi vagina donde me acaricia. Y aunque trato de disimular el gemido, él se da cuenta y lo disfruta haciéndolo más fuerte hasta verme retorcerme, disfruta hacerme la vida imposible, recarga su cabeza en mi pecho —prima se te va a explotar el corazón— Dice con sarcasmo y risa usando un ridículo tono de voz. Trato de moverme, pero no puedo me molesta tanto que quiero gritar, pero sé que no me conviene y no es la primera vez que viene a mi habitación y me trata así. —para por favor déjame en pa... ¡Ahhh!— Gimo sin contenerme cuando succiona mi pecho izquierdo. Vuelve a introducirme los dedos haciendo que haga silencio de repente y abra la boca mientras mi vientre se contrae, quisiera asesinarlo, pero es todo lo contrario estoy enamorada y simplemente lo disfruto aunque me haga la dura y quiera negarme. Cuando estoy a punto de correrme después que logra su cometido se detiene provocándome un dolor horrible en mi parte inferior, suelta mis manos y se aleja de mí, se huele los dedos y después lo mete en su boca, me levanto estoy furiosa y me quedo viéndolo sin entenderlo —¿por qué me ves con esa cara? Tú fuiste quien me pidió que parara, te hice caso, sabes que siempre te obedezco— Se ríe y lamé sus dientes, sabía perfectamente lo que hacía, molestarme hasta hacerme llorar. —quiero que te largues de aquí donde no vea tu m*****a cara aléjate de mí, solo me haces la vida imposible, te odio— —bla, bla-bla-bla, ¿me odias en serio?— Da un paso adelante y yo me tiro hacia atrás cayendo al piso y trato de correr a la puerta, pero su mano se envuelve en mi largo cabello jalándome hacia él y me pega de su pecho por la espada, muerde el lóbulo de mi oreja apretando mi pecho izquierdo me voltea quedando frente al espejo y agarra mi cuello sin lastimarme —mírate, mira como te hago gozar ¿en serio me odias? Sabes que me amas tanto como yo a ti— La rabia entró mi y al mismo tiempo un leve temblor, no sé cómo lo hice, pero junté fuerzas y pude darle un golpe tan fuerte que logre alejarme de él —TÚ NO AMAS A NADIE, eres una bestia salvaje que solo quiere saciar sus caprichos egoístas a cambio de pisotear a los que realmente te quieren y, en cambio, pagas con maltratos o con tu actitud rebelde sin razón, déjame o recházame no lo sé, pero ya déjame en paz no quiero seguir este juego, puedes buscar la mujer que quieras y yo hacer mi vida con algu...— Me interrumpió lanzándome un beso al aire dio pasos hacia atrás y se sentó en la ventana, me señala con su dedo y su rostro cambia —eres mía para siempre Lass, no importa cuanto supliques jamás serás para otro porque cuando otro intente robar lo que es mío te enviaré su cabeza de regalo en una cajita feliz con una sonrisa como la que dibuje en la regadera— Me mira con una sonrisa de espanto y se lanza hacia atrás me asusto y corro hacia la ventana estábamos en un cuarto piso al mirar hacia abajo estaba de pies me saluda agitando la mano y me señaló que me iba a esperar no quería ir con él me lancé sobre la cama negando y me removí de la rabia pateando todo —maldito infeliz! ¿Fuiste tú quien estaba en mi baño como lo haces? ¿Cómo logras hacer cosas que nadie más puede hacer?— Antes de irme, termino lo que él no quiso terminar, pues no soportaba la sensación que sentía, así que bajo mi pantalón y me toco mientras pienso en él hasta gemir con la almohada en mi cara. Vael era extraño, causaba miedo, no lo podía negar, hacía cosas que no podía entender, pero que solo yo sabía.Los meses pasaron, el pequeño tenía seis meses de vida y Vael no lo dejaba tranquilo ni un momento. Amaba que su hijo era su copia exacta, solo que el pequeño tenía la mitad de su cabello blanco y la otra, rojo. El bebé era muy inteligente para su edad, pero tan tierno que todos lo querían cargar. —¡buenos días, mi amor!— lass besa sus cachetes y él alza los brazos para que su mami lo cargué. Vael estrella su mano contra su trasero cuando ella le da la espalda y todos se quedan viendo. —Vael y yo pronto nos iremos, quiero que sepan que pueden ir a nuestra casa cuando deseen, la compramos bastante amplia para cuando quieran ir-Arturo resopla, pues no veía necesario que se mudaran, pero lass quería vivir frente a la playa y Vael no quería ser alfa, quería ser una persona común y corriente.— Sé que no estás de acuerdo, papá, pero ya tomamos una decisión, creo que RAKSHA no es para nosotros y tengo malos recuerdos aquí— La manada se había recuperado muy bien, y otras manadas heridas
Vael despierta, siente unas caricias en su cabeza y gime, se estruja los ojos y Lass le sonríe. —Te ves fatal, ¿acaso no duermes en semanas?—Espeta ella con un tono burlón, él tiembla y aclara los ojos que se les llenan de lágrimas en automático y la abraza, la abraza fuerte. —¡mi reina!—llora como un niño sobre ella y a los minutos se calma y la mira quién estaba llorando también.—nunca me vuelvas hacer eso, nunca vuelvas a dormir tanto tiempo— ella limpia sus lágrimas y la besa apretando su nuca —¿cuánto tiempo dormí?— —Lo suficiente como para que yo me volviera loco-Se quedan viéndose unos minutos y él toca su cara —yo fui un estúpido y quiero pedirte perdón, perdóname por haberte hecho sufrir tanto, soportaste todo tanto por mi culpa y casi te pierdo, tal vez los siglos no me alcancen para pedirte perdón—.—te perdonaré con una condición——Pídeme lo que sea, si es mi vida es tuya, solo pide por tu boca y se te concede——quiero que la casa que me vas a comprar fuera de aquí, t
Vael y velkan en conjunto lloraban con Lass en sus brazos y, aunque trataban de curar su herida, no alcanzaban. lass gimió. —va-el— él extiende su brazo y acomoda su cabeza. Su frente baja sangre y ella, con sus ojos adormecidos, acaricia sus mejillas mientras las gotas de lágrimas espesas de él caen en su cara.—es-estas herido y-es-estás llorando— él sorbe su nariz y lloro con llantos —no tenías que sacrificarte por mí te dije que vivieras por nuestro bebé——ha-has su-sufrido mucho mi amor, encerrado a-ahí ti-e-nes- qu-que agh! Li-libre— —por favor——n-no-llores, te am-o— —¡AHHHHHHHHHHH! NOOOOOOOOOOOOO, NOOOOOOO!—***Vael caminó con Lass en sus brazos hasta la mansión. Había muerto el amor de su vida junto a su hijo y, mientras iba dejando lágrimas a su paso, cantaba una canción de amor. ~Vuelve, solo quiero que lo intentes, no me digas que ahora necesitas suerte. ¿De verdad que necesitas que recuerde que las cosas que se cuidan no se tiran de repente? Vuelve, solo quiero que
—no puedo más— gimoteo llegando al precipicio y aleteando para no caerme quedando en el borde. Por alguna razón aquí no hay niebla y la luna se ve más de cerca. Eros llega en su forma animal resopla y sobre una gran roca afilas sus garras y brillan mostrándomelas, poco a poco vuelve a su forma humana y se ríe intensamente. Con dolor en mi mirada y sintiendo que todo estaba perdido le hable —no des un paso más o me lanzo— él alza las cejas y escupe —después de todo, al final terminaste siendo un dolor en el culo, debí arrancarte el bastardo de una buena vez y no darle largas a este asunto——mi hijo no es un bastardo, tú si——¿Crees que porque la bestia de Vael te liberó de las cadenas, estás a salvo?— Algo dentro de mí se contrae, ese era el lobo de Vael, con razón tanta calma y respeto. Sacándome de mis pensamientos, vuelve a hablar, pero esta vez me confunde.—Lass amor, ven, no te quedes, ahí puedes caerte y lastimar al bebé— me siento confundida, no sé si es Vael o es él fingiend
—¿POR QUÉ LO HICISTE?— Lass golpeaba el pecho de Eros y él la sujetó fuertemente. —No me importa tu dolor, no me importa el dolor de ninguno de ustedes, no te he asesinado porque tu bastardo es mi prioridad. ¿Crees que tengo sentimientos? No, Lass, yo soy el mal encarnado, no me importa lo que sienten, disfruto de verlos sufrir. Cuando la luna se complete esta noche, mi ritual con la sangre de tu hijo empezará y nadie me lo va a impedir, una vez falle, pero esta vez no hay quien me detenga, porque ni la misma diosa podrá con mi poder—La gente empujó a la habitación y dejó dos lobos custodiando la puerta. Al ser empujada, cayó y se golpeó y gimió, se levantó como pudo y al hacerlo sintió algo caliente que bajaba por sus piernas, tembló y pasó su mano, viéndola llena de sangre. La desesperación la envolvió y sus manos le temblaban. —por favor, bebé no me dejes sola tú también, aférrate a mí, aférrate a mi tan fuerte que nada pueda separarnos perdóname por todo pequeño prometo que si
La luna estaba llena a punto de ponerse de sangre y Eros no controlaba su forma animal, destruía todo a su paso buscando una escapatoria a todo su poder. Al llegar a la habitación en su forma salvaje, le gruñó a Lass y olfateaba sobre ella y le gruñía. Ella estaba asustada y se quedaba inmóvil mientras temblaba. Con sus garras rompió el vestido y deslizó uno de sus dedos por su cuello sobre la marca de Vael causándole mucho dolor. Miraba su vientre abultado y baba caía sobre él.Aunque él no estaba en su forma animal, su salvajismo era incontrolable. Las manadas que intentaron ayudar a RAKSHA sufrieron grandes daños y la sangre corría por todos lados. Una brisa fuerte habría las ventanas mientras Eros quitaba la poca tela que cubría la intimidad de Lass y se acomodaba. Bajo los gritos de negación de ella, desesperada, sin poder mover las piernas porque él no se lo permitía, la embistió duro, abusando de ella como siempre sin importarle su dolor.Los gritos de ella eran de dolor y asc
Último capítulo