Encerrado.
Íbamos camino a mi casa, no le dije nada, solo la subí a la camioneta. Ella tampoco volvió a hablar, estaba empapada y tenía frío. Puse la calefacción, aunque yo no sentía frío en lo absoluto.
Al llegar a la mansión me bajé y le pedí que no bajara, que se mantuviera agachada. Sé muy bien que si se enteraban de que tres rogues me atacaron por meterla al bosque, mis padres no se callarían y empezarían a hablar de mi conducta salvaje y despreocupada, poniendo en peligro a lass.
Tomé los rogues y los lance al patio. Varios de los lobos que cuidaban de la entrada fueron hasta donde mi papá y este salió con rapidez.
—¿Vael qué pasó?—
Mamá y mis hermanos venían con él. Con toda mi calma hablé.
—estaba en el bosque y estás asquerosidades me atacaron—
Papá me mira y frunce el ceño es raro que los rogues ataquen a un alfa por así decirlo huelen cuando un lobo es más fuerte que ellos y para mi mala suerte un lobo vino a mi padre con un teléfono en la mano papá miraba los rogues con preocupac