Cuando Zayd abrió la caja, un anillo celeste con un diamante cuadrado y una mariposa en una de las esquinas del mismo fue iluminado por una pequeña linterna que traía dicho objeto.
—¿Acaso esto es una broma?
—Sinceramente no, estoy hablando muy en serio y espero que puedas disculpar mi propuesta de matrimonio tan fuera de lugar. Me hubiera gustado un lugar diferente y quizás otro ambiente, pero esto es lo que se presentó y creo que es una buena idea.
Una mujer estaría contenta al ver que está recibiendo una propuesta de matrimonio y en especial que el hombre que lo hace es consciente de que puede mejorarlo e incluso tiene la intención.
Pero este no es mi caso, miles de alarmas rojas se disparaban en mi cabeza y todas ellas ponían en peligro a Zayd.
—No, definitivamente no —me levanté y empujé el anillo en dirección a Zayd —lo mejor es que te vayas de aquí, yo me haré cargo de mi abuelo.
Salí caminando de ahí y pude sentir los ojos de Zayd en mi nuca, no podía darme vuelta porque la co