Cuando Marcus la vio así, suspiró y dijo con voz grave:
—Sé que tienes una mala relación con ella, así que, incluso si la hubieras empujado, se lo habría merecido. Pero sé que no lastimarías a nadie intencionalmente. Dime lo que pasó y yo encontraré una salida para ti.
Mientras hablaba, tomó la mano de Rubí. Su expresión se volvió extremadamente seria y, con un tono firme, continuó:
—Hoy hay demasiados ancianos de la familia Maxwell presentes. Si suprimo el asunto con mi poder, no habría problema, pero temo que algunos no lo acepten. Tú serás miembro de la familia Maxwell y tu nombre será agregado al árbol genealógico. Si esto no se resuelve adecuadamente, podría perjudicarte en el futuro.
Rubí asintió levemente, de acuerdo con sus palabras, y respondió en voz baja:
—Marcus, si te digo que no la toqué, que todo fue una actuación y que ella se cayó sola... ¿me creerías?
Marcus se quedó congelado un instante y luego preguntó con incredulidad:
—¿Hablas en serio?
—Sí —asintió Rubí—. Puede