Aria es la hija adoptiva de la familia y siempre ha sido menospreciada por su familia. La vida ya era difícil. Inesperadamente, su hermanastra la incriminó y la calumnió como una que se escapaba de la casa para acostarse con hombres. Su situación cambió de ser la mucama de la familia a ser vista como una a la que todos pueden humillar y maltratar. Su corazón está totalmente destrozado porque nadie la defendió ni creyó en ella, ni siquiera su novio, pero como si todo esto no fuera suficiente se entera que él la estaba traicionando con su hermanastra y se iba a casar con ella. Sintió que su mundo se derrumbaba, estaba destrozada, todo lo que le importaba le fue arrebatada por su hermana y ahora era obligada a tomar su lugar y casarse con Lucien, un hombre muy poderoso pero que quedó paralítico y es conocido por ser muy cruel. — ¡Debes casarte con él por tu hermana! De lo contrario, ¿cómo puedes pagarnos por criarte durante tantos años? Tienes que hacer esto para que tu abuela pueda seguir en el hospital. —¡Madre, está bien, aceptó casarme con Lucien Gray! Aria apretó los dientes y asintió dolorosamente. No importa qué tipo de demonio Lucien Gray, tiene que aceptarlo.
Leer más“Hermana por favor ven aquí, necesito tu ayuda! Creo que me pusieron algo en la bebida y algunos hombres están molestándome, estoy en el bar Jonte, dile a tu amiga y vengan juntos a ayudarme.”
Aria al ver este mensaje se sintió un poco confundida, era muy extraño que su hermana le escribiera para pedirle ayuda.
Su hermana Michelle no solo siempre la había despreciado por ser adoptada, sino también que siempre iba a ese bar y tenía muchos amigos, pero ahora que Michelle estaba pidiéndole ayuda no podía simplemente ignorarla, no podía dejar que le ocurriera nada a pesar de que ella le había hecho muchas cosas malas en el pasado. Era su hermana después de todo, así que llamó a su amiga Betty.
— Betty necesito tu ayuda, Michelle está en el bar siendo molestada por algunos hombres, vamos a buscarla. — Dijo Aria al teléfono ansiosa.
— Está bien, ¿Dónde estás? Estoy cerca de tu trabajo, ¿Paso por ti? — Preguntó Betty al otro lado.
— Si, acabó de salir, te espero aquí. — Respondió Aria y colgó el teléfono y pocos minutos después el auto de su amiga estaba frente a ella y sin pensarlo demasiado se subió en el para dirigirse hacia el bar.
— Acabo de llamar a mi amigo que trabaja en el bar, me dijo que vio a Michelle entrar con unos hombres a una habitación privada, pero a él le da miedo intervenir porque puede perder su trabajo, tenemos que darnos prisa antes de que ellos puedan hacerle algo. — Espetó Betty encendiendo el motor para empezar a conducir al Bar que no quedaba muy lejos del trabajo de Aria.
— Si, tenemos que llegar a tiempo. — Aseguró Aria un poco preocupada.
A pesar de que nunca fue tratada bien por su familia adoptiva y mucho menos por Michelle, no quería que ella sufriera algo malo y menos de ese tipo, sabía que si esos hombres la habían llevado a una habitación, probablemente querían hacerle algunas cosas malas.
Rápidamente Betty condujo y al llegar al lugar llevó a Aria directamente hacía una de las habitaciones privadas.
Cuando abrió la puerta, Aria dio unos pasos ansiosa y preocupada, sintió un golpe fuerte en su cabeza haciendo que su vista se nublara al mismo tiempo que caía al suelo y se desmayaba.
Michelle apareció detrás de la puerta, se burló de Aria con una mirada despectiva.
— Quiero que le quites la ropa y la tires en el sofá. —Le ordenó Michelle a Betty de inmediato con una sonrisa llena de maldad. Su tonta hermana había caído en su trampa y está vez estaba decidida a destruirla.
Betty comenzó a deshacerse de la ropa de Aria. Después de desordenar su cabello, emborronar su maquillaje, con rapidez y la dejo sobre el sofá para empezar a tomarle fotos, inconsciente y despeinada, cualquiera al ver las fotos pensaría que estaba ebria o drogada y que se había enrollado con algunos hombres.
— Ya tengo algunas fotos, ¿Cuándo me pagarás mi dinero? — Preguntó Betty mirando a Michelle que no dejaba de tener una sonrisa llena de satisfacción al ver a Aria en ese estado.
— Más tarde te daré lo restante y no puedes decir una palabra sobre esto o no te pagaré y tendrás que enfrentar las consecuencias, ahora sigue tomando más fotos, la quiero dejar totalmente sin salida. — Espetó Michelle y Betty asintió de inmediato para seguir tomándole fotos a Aria.
Después de que Betty le mostró las fotos, Michelle eligió una en la que Aria se veía más sugerente.
La envío a su madre con las palabras:
“Mamá, Aria está en el bar Jonte, ¡vine a rescatarla! pero ya era demasiado tarde, ¡lo siento mamá! ¡No pude protegerla!”
Luego, Michelle también envío esto mismo a Noah, como si se tratara de un error.
Este es el hombre que Michelle siempre ha querido, pero también es el novio de Aria,
Michelle esperó pacientemente y un momento después su madre apareció por la puerta del bar furiosa.
— ¡No esperaba que Aria sea una cualquiera! Michelle! Estoy realmente enojada, ¡Después de criarla durante tantos años ni siquiera pudo limpiar la casa y en su lugar vino a tomar y tener relación con otros hombres a su antojo! Como si no tuviera cosas que hacer en casa, no sabe ser una persona. — Regañó Melissa furiosa.
——Mamá, por favor no te enojes, tal vez Michelle no quiso esto.——Michelle fingió poner una expresión muy arrepentida.
——¿Sigues defendiéndola ahora? ? Niña tonta, obviamente sois mis hijas, pero Michelle, ¡eres mucho más agradecida y más bien comportada que ella!
Al entrar en la habitación, Melissa vio a Aria expuesta en el sofá. Se puso aún más furiosa. Al mismo tiempo que tomaba un vaso de agua y lo lanzaba al rostro de Aria.
— ¡Despierta ya!
Aria sintió un escalofrío en su rostro y abrió los ojos para darse cuenta que su cabeza dolía, que su madre y Michelle estaban en la habitación y que su ropa había sido arrancada.
Tardó unos segundos en entender lo que estaba sucediendo, dándose cuenta que todo había sido una trampa de parte de su hermana y de la persona que creyó que era su amiga y que ahora no podía ver por ningún lado.
Aria sintió como la angustia la embargaba.
——Como puedes hacerme esto Aria!
Estaba por empezar a explicar cuando vio a Noah entrar mirándola sorprendido y gritándola.
——No es lo que parece, Noah! Puedo explicar.
——Tú qué quieres explicar cuando las cosas se vuelven tan obvias??
Por un momento, esta expresión fuera reemplazada por un terrible desprecio que hacía que su corazón se apretara dolorosamente.
— Eres una ingrata, quieres manchar la reputación de nuestra familia andando de libertino, debería darte vergüenza!
——Por favor mamá déjame explicar!
——No! ¿Sabes qué? Mi peor error ha sido haberte adoptado, no puedo creer que nos hagas esto. — Siguió gritando Melissa furiosa, tenía muchas ganas de darle una lección a Aria por atreverse a portarse de manera tan descarada.
— Mamá ..yo no hice nada, Michelle me pidió que la ayudará y por eso vine aquí, yo en realidad…
Intentó explicar Aria sintiendo que sus ojos picaban, le dolía terriblemente ver el despreció del hombre que amaba, porque, aunque Noah solo permanecía a la distancia sin decir nada, ella podía sentir el odio con el que la estaba mirando.
También estaba afectada por esta terrible humillación cuando ella no hizo nada malo, lo único que hizo fue querer ayudar a su hermana y por eso estaba pagando las consecuencias que no merecía.
— Cállate, todavía en esta situación quieres incriminar a tu hermana que vino a ayudarte y nunca actuaría como una cualquiera, ella si es una chica decente, no como tú, no sé cómo puedes ser tan despiadada, cuando llegue pregunté por ti y algunos hombres me dijeron dónde estabas, está claro lo que has hecho. — Gritó Melissa furiosa dándole una bofetada a Aria.
Aria sintió el golpe en su rostro y su cabeza dolió mucho más, pero esto no podía compararse con el dolor en su corazón, sabía que su madre no la quería mucho, pero esperaba que al menos le diera la oportunidad de explicarse y no pensará lo peor de ella cuando nunca le dio razones. Siempre busco la manera de estudiar, ayudar con la limpieza y ahora estaba trabajando para ayudar con las facturas médicas de su abuela.
Siempre trato de hacer lo correcto por agradecimiento con ellos por haberla adoptado, pero al parecer su madre lo había olvidado todo.
— Mamá por favor, déjame explicarte. — Suplicó Aria con una lágrima deslizándose por su mejilla.
— Si continúas discutiendo le haré saber a tu padre todo, si se entera de que intentas incriminar a tu hermana sabes lo que te pasará, así que es mejor que no digas ni una palabra más. — Advirtió Melissa apretando los dientes.
Aria al escucharla mencionar a ese hombre todo su cuerpo se estremeció, llenándose de miedo. El padre adoptivo de Aria es un tipo cruel y despiadado que Melissa, y lo que es más aterrador es que también es muy lascivo.
Noah que lo había estado escuchando todo se acercó un poco más a Aria, se sentía furioso, disgustado y asqueado, no podía entender como ella se podía acostar con otros hombres y a él siempre lo había rechazado. Lo había dejado pasar pensando que nadie le ha tocado todavía, pero ahora se daba cuenta de que era una cualquiera y eso lo llenaba de rabia.
— Eres tan descarada, que despreciable, a pesar de que tú hermana me había dicho las cosas que hacías no quise creerlo, pero en realidad eres una cualquiera y me hacías creer que eras pura, que asco me das, me sentía culpable pero ahora sé que hice lo correcto, te mereces todo lo malo. — Rugió Noah mirándola con sus ojos entrecerrados y se dio la vuelta para salir del lugar sin darle tiempo a Aria para que pudiera replicar.
Aria lo miro irse sintiendo que en su corazón se clavaban miles de agujas, cada una más dolorosa que la otra, no podía creer que ni siquiera él le diera una oportunidad de explicarse y desconfiara de ella con tanta facilidad, porque ella siempre le había demostrado cuánto lo amaba y que podía confiar en ella, pero nada de esto sirvió porque ahora que lo necesitaba la dejaba sola sin darle la oportunidad de dar una explicación de lo sucedido.
En este momento se sentía tan sola, tan insignificante, su corazón estaba siendo desgarrado terriblemente, sentía que con esto había perdido el amor de Noah, él había sido realmente cruel con sus palabras, pero la última frase que dijo ella no podía entenderla.
— Es hora de irnos a casa, ¿Qué estás esperando? Vamos. — La instó Melissa sacándola de su aturdimiento.
— Me voy a vestir. — Susurró Aria con las lágrimas cayendo por su pequeño rostro, pero cuando estaba tomando sus cosas, sintió como su madre la tomaba del cabello con fuerza.
— Te he dicho que vamos. — Gritó Melissa arrastrándola del cabello para sacarla del lugar, pese a la resistencia de Aria que luchaba por no salir de la habitación así, no quería que nadie la viera en ropa interior y terminar siendo mucho más humillada.
Pero no pudo hacer nada y terminó siendo sacada del lugar porque Melissa siendo una mujer regordeta y más alta que Aria tenía mucha más fuerza.
Las personas alrededor se quedaron viéndola con burla y empezaron a escucharse algunas palabras asegurando que merecía ser tratada así, que estaba bien que la disciplinaran por ser tan libertina.
Aria al escuchar estás cosas y ver cómo todos la miraban juzgándola solo pudo bajar un poco su rostro, sintiendo como su corazón temblaba por ser juzgada tan cruelmente cuando ella no había hecho nada malo, incluso no había estado con ningún hombre a sola, su único error fue haber venido a ayudar a su hermana, pero en su lugar todas las personas a su alrededor la habían traicionada.
Su amiga Betty en la que confiaba y Noah, estas traiciones eran las que más le dolían, especialmente la de él, porque, aunque no hizo nada para llevarla hasta este momento, él no le dio ni la mínima oportunidad para explicarse, la dejo sola después de decirle palabras que destrozaron su corazón. También se sentía traicionada por él, porque si a él le sucediera algo así, ella estaba segura de al menos darle el beneficio de la duda y dejar que le explique, porque lo amaba.
—Muchas gracias por venir aquí y espero que todas las mujeres maltratadas y también los jóvenes puedan ver esto como un refugio, un escape a sus problemas, porque aquí siempre vamos a estar para recibirlos, apoyarlos y protegerlos, siempre podrán contar con una mano amiga, así que no duden nunca en alzar su voz e irse si alguien los lastima, se que es difícil dejar el miedo atrás, pero es necesario para tener una vida mejor, por favor no se arriesguen y busquen ayuda, sin más que decir, gracias por estar aquí y hacer esto posible. — Dijo Mia y se empezaron a escuchar aplausos por todo el lugar de inmediato. Ella sonrió y se alejó del micrófono para caminar hacía Jacob que la miraba fascinado sin dejar de sonreír. —Te ves preciosa y estuviste grandiosa, felicitaciones. — Dijo Jacob sin poder dejar de sonreír y sin ocultar lo fascinado que estaba por su esposa. —Muchas gracias. — Dijo Mia con sus mejillas ruborizándose y devolviéndole la sonrisa, a pesar de que había pasado un
Todo fue muy rápido y después del primer disparo se escuchó uno más tan solo unos pocos segundos después, pero este era de parte de uno de los guardaespaldas hacía Brooke. — Jacob. — Susurró Mia con sus ojos cristalizándose y sintiendo un poco de sangre en su mano, asustada. Jacob volteó para ver que estaba pasando y después de ver a Brooke en el piso, se alejó un poco del abrazo para asegurarse de que Mia no estuviese herida y que la bala solo estuviera alojada en su cuerpo y cuando vio que no había rastro de sangre en el cuerpo de ella, a excepción de en su mano, pero está no era de ella, suspiró aliviado. — Estás bien y yo estoy bien, nada pasó mi amor. — Aseguró él de inmediato, volviendo a estrecharla en sus brazos como si necesitará asegurarse de que ella estaba bien y que no le había pasado nada, que si había conseguido protegerla y que ella estaba totalmente a salvo. — Tú no estás bien. — Susurró Mia al borde de las lágrimas, asustada por él, porque sabía que la bala lo ha
Elijah se quedó helado simplemente sudando frío por todo el dolor que estaba sintiendo, mientras Brooke y Olivia se veían cada vez más desesperadas, más sabiendo que no podían hacer nada y Brooke ya estaba siendo llevada arriba a la fuerza. — Por favor no nos hagas esto, no les hagas esto a ellas, son mujeres, Brooke es muy joven y Olivia ya es alguien mayor, no destruyas su vida así. — Suplicó Elijah con voz temblorosa, en este instante ya ni siquiera le importaba humillarse a cambio de salvar a su hija y esposa de un horrible destino. — No te importo destruir la vida de Ambar ni la de Mia, así que no pretendas suplicar ahora, solo te informó que hoy te haré sufrir mucho, pero tranquilo que podrás seguir viviendo, aún tienes que ver un vídeo de tu esposa e hija con sus primeros clientes. — Espetó Jacob con una sonrisa y los ojos de Elijah se llenaron de horror y empezó a sollozar mientras negaba con la cabeza y suplicaba que no le hiciera esto, pero Jacob ni siquiera le prestó dema
— Es un placer volver a verlos, ¿Qué tal la han estado pasando? — Preguntó Jacob con una sonrisa cruel apenas entró al sótano y dándose cuenta de lo mal que se veían Elijah, Brooke y Olivia. Tenían grandes ojeras, estaban muy demacrados y parecían que habían perdido unos cuantos kilos, esto no le sorprendió para nada, porque les había dado órdenes a los guardaespaldas de darles comida solo a veces y que está fuera solo algo de mal sabor y poco nutritivo. Además habían estado todo el tiempo en sótano, amarrados en posiciones incomodas, debería ser realmente difícil conseguir dormir un poco. — Señor Davis, no se han estado portando muy bien, ayer cuando les quitamos las mordazas para darles un poco de comida, nos ofrecieron dinero a cambio de dejarlos ir e incluso favores sexuales. — Informó uno de los guardaespaldas, habían decidido ponerles mordazas a todos porque no soportaban escucharlos quejarse, llorar o suplicar todo el tiempo y ayer ellos estaban más desesperados y habían empe
— Bienvenida de nuevo a casa mi amor. — Espetó Jacob mirándola sin dejar de sonreír y tomándola de la mano, mientras caminaban a la puerta de la casa, estaba muy feliz porque ella por fin estaba recuperada y hoy volvía a casa, como él había estado anhelando. — Gracias. — Susurró Mia, mientras sus mejillas se ruborizaban, aún no se acostumbraba a lo cariñoso que él era y la forma en que la llamaba, pero le encantaba y su corazón no dejaba de latir emocionado cada vez que él le decía así. Jacob la atrajo hacia su cuerpo y le dio un beso en la frente antes de abrir la puerta para dirigirse al interior y al entrar los ojos de Mia se abrieron de par en par, dándose cuenta de que había un cartel de bienvenida y muchos girasoles adornando el lugar, pero lo más importante era el peluche en el medio, este era exactamente igual al que tenía cuando era una niña, solo que estaba nuevo, impecable, sin haber sido tocado por las malvadas manos de Brooke. — ¿Tú… como lo hiciste? ¿Cómo supiste cuál
— No vayas a llorar mi hermosa guerrera, no quiero verte sufrir más, todo eso es parte del pasado. — Pidió Jacob antes de darle un beso en cada una de sus mejillas. — Me asustaste mucho, quiero que el doctor te revise mi amor y luego continuaremos hablando. — Espetó, quería asegurarse de que ella estuviera bien antes de cualquier otra cosa, porque para él lo más importante era el bienestar de Mia. — Está bien. — Accedió Mía sintiéndose un poco aturdida por lo cariñoso que estaba siendo Jacob con ella, él nunca se había comportado de esa manera. Jacob asintió y rápidamente llamó al doctor, esté vino de inmediato y después de revisarla y hacerle algunas preguntas miró a Jacob. — Su esposa está bien, tiene que quedarse al menos dos días más para seguirla monitoreando, pero su mejoría ha sido muy buena. — Informó el doctor y Jacob sonrió al escucharlo. Por el contrario, Mía frunció el ceño confundida, ella había firmado los papeles del divorcio, no entendía porque él doctor se refería
Último capítulo