El juego de Isaura y la furia de Jax.
De repente, Isaura apareció sonriente, vestida de manera casual, como si acabara de llegar al hospital sin ninguna preocupación en el mundo.
—Mira nada más a quién tenemos aquí —dijo con falsa dulzura—. ¿Te ha gustado mi sorpresa?
Aitana giró despacio.
«Mucho había tardado esta arpía… Sus informantes debieron avisarle».
—¿Ya murió la mocosa? —inquirió Isaura al notar que Aitana no decía nada.
—Perra maldita… te voy a matar —gritó de pronto, lanzándose hacia ella para arrancarle el cabello.
Sin embargo, no llegó a tocarla, debido a que Jax reaccionó de inmediato, atrapándola desde detrás, envolviéndola con los brazos, sintiendo su cuerpo temblar de rabia y desesperación contra el suyo.
Isaura estalló en carcajadas, convencida de que él estaba defendiéndola a ella.
—Te lo dije, gorda, que esperaras mi revancha —escupió—. Y esta mocosa… llegó justo como caída del cielo.
Jax sintió el cuerpo de Aitana tensarse aún más.
—Hace horas estabas tan valiente enfrentándome —continuó Isaura— y mír