Punto de Vista Maximiliano
Al ver a Madison , mis nervios se calmaron, y era consciente de que el único responsable de su seguridad era yo, no sabía en qué momento aparecería Samantha y nos acabaría dándonos miles de disparos, y nuestros cuerpos caerían dispersos por la sala de este hospital, o peor aún, en la calle.
Le sonreí a Madison y le di un beso en la frente.
—Todo va a estar bien preciosa, porque yo voy a cuidar de ti.
Ella me apretó la mano y detuvo el paso, jalándomela un poco para que le prestara atención.
—Oye. Necesito decirte algo Maximiliano.
—Dime preciosa, lo que sea
—Jamás vuelvas a gritarme, por ninguna razón, de ninguna manera me tomes con fuerza, porque te juro que así vengas de rodillas, me llores, me supliques, no regreso a tu lado, esta es la primera, y última vez que lo hiciste ¿Comprendes?
Sus palabras me causaron un terrible escalofrío.
—Te entiendo a la perfección Madison , pero ya te expliqué que me llene de pánico e ir a por lo que te paso en la cara,