Un rato después la consulta dio su final y Emma salió del hospital con su hijo, siendo ayudada por una de las enfermeras.
Al verla aparecer Oliver deseo acercársele, es más bajaba del auto con premura: cuando de pronto la vio sonreír y saludar a alguien a lo lejos. Dirigió entonces la vista hacia donde ella lo hacía, encontrándose con que el motivo de su alegría era su amigo. Lo reconoció como el doctor que trabajaba a su lado en el centro comunitario, justo el mismo que creyó en un inicio era el padre de Paul.
Este se acercaba en su auto y se detenía justo frente a ella, lo hizo para bajar enseguida y abrazarlos a ambos con afecto. Emma correspondió a ese hecho con alegría y es que le apreciaba mucho, era su mejor amigo.
—Que gusto me da verte —le dijo con una gran sonrisa.
—Lo mismo digo, me alegra mucho verlos a ambos. Siento no poder ir a visitarlos más seguido, es sólo que el trabajo no me lo permite. Ya sabes cómo son las cosas —se disculpó, agachándose para mover un poco la ma