Emma entonces se encamino hacia la habitación para cambiar el pañal de Paul y vestirlo para el viaje, más cuando llegaba se vio detenida por el sonido del timbre. Ese hecho le desconcertó, más lo atribuyo a que se trataba de Javier que había olvidado sus llaves.
—Ya te dije que puedo ir a la estación yo sola, no tienes porqué... —decía, al tiempo que abría la puerta pensando que era él; pero con quien se encontró fue con Oliver.
Este se hallaba parado ante la puerta, vistiendo su usual traje formal e impecable; además de que sostenía en su mano su bastón. Al verlo, Emma se llevó una gran impresión, pues era a quien menos pensaba encontrarse ante aquella puerta.
No obstante, esta paso con rapidez y enseguida trató de cerrar la puerta para mantenerlo fuera. Por desgracia, eso le fue imposible y es que este era más fuerte, logrando así entrar a la casa sin que ella pudiera hacer nada para detenerlo.
Una vez en el interior, este cerró la puerta detrás de si; encarándola con firmeza.
—¿Qu