Lorena es una mujer nacida en cuna de oro, quien debido a experiencias traumáticas vividas en su infancia y adolescencia, desarrolló un carácter muy peculiar. Ahora es una empresaria reconocida en el mundo del arte, pero está buscando de manera desesperada un cierre a todo lo que vivió en su juventud. En medio de esa búsqueda, ingresa al mundo oscuro de lo ilícito, en dónde conoce a dos hombres que volverán su mundo de cabeza y de alguna forma, harán su vida mucho más interesante. Oliver, es el hombre ideal, el chico perfecto para presentar en casa y si a eso le sumas que es muy bueno en el sexo, el hombre tiene muchos puntos ganados. Richard, es un hombre mayor, pero con la suficiente experiencia para volver loca a Lorena y hacerla dudar de sus convicciones, fuera de eso, es el rey del bajo mundo. Después que el corazón de Lorena se decide, el universo mete su mano y una serie de sucesos hace que deba separarse del hombre que eligió y deba encontrar nuevamente la forma de que todo vuelva a su cause tras la aparición oficial del causante de su trauma inicial y su lucha familiar. Los cierres, rara vez son como se imaginan, pero muchas veces un cierre, es la oportunidad de un nuevo comienzo.
Leer más"Puede que mi mente raye hoy al borde de la locura, pero no siempre fue así, alguna vez tuve una mente normal como la de la persona que lee en este momento mis letras. Alguna vez, fui una persona prometedora y llena de sueños a quien sus padres como buenos padres que son, empujaron del nido para poder extender mis alas y volar.
La idea era conocer nuevos horizontes y encontrar mi nido, pero luego me di cuenta de que solo planeé hacia ti, realmente nunca volé. Y ahí, justo ahí, mis alas se entumecieron y no quisieron volver a servir".
—¿Queda bien así la carta doctora? —pregunto a Catalina, mi psicóloga desde hace un año.
Su mirada me lo dice todo; hice mal el ejercicio y debe estar buscando en su cabeza las palabras adecuadas para no afectarme.
—Creo que tu carta está algo... teatral —luego me mira a los ojos como queriendo dar más profundidad o significado a sus palabras —Lorena, es necesario que la carta sea menos abstracta, que diga hechos, que cuentes cuáles son los errores, las malas conductas que hemos detectado y debemos corregir.
Es aburrido para mí; la única persona que leerá y quemara esa carta, soy yo. Decir que no debo obsesionarme con un hombre, que no debo perseguirlo, y que no debo atacar a las mujeres que se le acercan no suena bonito. Además, ¿quién es ella para definir cómo debo expresar mi amor?
¡Oh! ¡Verdad! No fue ella; Fue un juez. Quizás sí me pasé un poco, pero ¿cómo no desvivirme por aquel que despertó en mí lo que no sabía que existía? ¿Cómo no desear solo para mí el manjar que representa sus besos y sus caricias? ¿Cómo no anhelar la tibieza de su piel y la fuerza de sus brazos rodeando mi cuerpo? ¿Cómo no perderme en el éxtasis que me ofrece su cuerpo? Y sobre todo, ¿cómo negarme a mí misma lo que deseo?
Ahora hablar con esta mujer me parece divertido, al menos esa parte de la orden del juez es provechosa, pues aprendo a camuflarme, pero tengo muy claro que en el fondo siempre seré, la descontrolada y loca Lorena, solo que cada vez me veré físicamente menos adolescente.
—Medítalo bien esta noche y mañana lo volvemos a intentar —comenta la mujer frustrada ante mi silencio.
Me levanto de uno de los sofás de la elegante sala que tiene la mujer por consultorio privado, tercio de mi maleta estudiantil al hombro y tomo una de las chupetas que tiene en una gran bombonera. No puedo evitar sonreír al pensar en lo absurdamente cliché que es un recipiente lleno de dulces en este lugar.
Detrás de esa puerta, mi madre me aguarda con una sonrisa, siempre mostrándose imperturbable, siempre impecable. Aunque es evidente para mí que la razón por la cual me acompaña en lugar del chofer es evitar convertirse en tema de conversación social. Cuantas menos personas se enteren de lo sucedido, mejor. Al fin y al cabo, un escándalo así podría perjudicar la carrera política de mi padre.
Hemos podido conversar con calma algunos temas para cuadrar rutinas y que nuestros horarios coincidan cuando terminemos de sanar. Obviamente, soy el más interesado en que monte una galería también en Texas, aunque no creo poder conseguir que sea la principal, pero algo es algo.La tal Rachel es un gran apoyo para Lorena, eso lo tengo que admitir, aun así, ella sigue cansada y con sueño a toda hora, sin importar que contraté a escondidas una nutricionista y una persona que prepare todos los alimentos para que recomiende el especialista. Si antes sufrí por la existencia de batidos verdes, ahora con las ensaladas al natural, el calibre de la tortura es mayor, pero no tengo más opciones hasta que ella acepte ir al médico-He tenido que correr mis horarios, últimamente madrugar ya no es una opción, así que mis actividades fuertes se están volviendo nocturnas, cuando estoy seguro de que puedo dejar a Lorena dormida.He consultado sus síntomas por debajo de cuerda y todo me conduce a que s
Tengo a mi mujer conmigo y esta absurda situación llega a su fin, aunque no de la forma en que yo lo tenía pensada. Con Lorena las cosas nunca son como las tengo pensadas, son mejor, mucho más interesantes.Anoche fue una noche loca en muchos sentidos y temo que como prueba de ello, me está doliendo hasta la conciencia, pero no cambiaría nada.—Es hora de despertar, amor —el sonido de su voz me hace retomar poco a poco mi estado de conciencia, pero continúo un los ojos cerrados un rato más, disfrutando de sus mimos —no te hagas el dormido, ya te vi sonreír.—No es justo, es nuestro primer día como marido y mujer, deberías estar aún dentro de la cama conmigo.—Porque soy tu mujer y debo cuidarte, es que me levanté primero —su comentario me hace fruncir el ceño y abrir los ojos.Junto a la cama hay una mesa con el desayuno y las cajas con los medicamentos recetados por el médico. Amargas, esas pastas son amargas y las odio.—Vamos a desayunar, te tomas las pastas y si quieres nos arru
Estamos llegando a mi casa, cuando Michael me confirma que están transmitiendo la noticia del allanamiento por televisión. Busco en mi celular el canal y efectivamente, así es. Esta noticia será un gran regalo de bienvenida para mi mujer, así que decido marcarle. Se demora en contestar, pero cuando estaba por colgar, escucho que contesta.—Aló.—Hola mi reina, te tengo un regalo, prende el televisor.Se siente algo extraña, pero decido ignorarlo, pues al minuto reconozco el sonido del televisor y escucho parte de la noticia y el nombre de Iván Miller. Suena un golpe seco y creo que dejó caer el celular.—Lorena, responde, Lorena —prácticamente estoy gritándole al aparato.—¿No te parece que es un día hermoso? —responde por fin.—Si lo es, pero tengo guardada una sorpresa solo para ti.—Amo las sorpresas, pero debo pedir que guardes mi sorpresa un poco más, porque te necesito aquí esta noche, es importante, traje de gala.Quedo mirando con extrañeza el aparato en mi mano y una ext
—Llévame a casa —Asiento y tomamos rumbo a casa de sus padres, pero en el camino me hace otra pregunta que me indica el nivel aislamiento en que está —¿tienes el número de Roberto?Una cosa es saberlo por un informe, otra cosa es escucharlo directo de la fuente. Roberto es su hombre de confianza y eso equivale a que es no solo el hombre que la ha mantenido viva estos últimos años, sino en parte su conciencia.—Sí, ya te lo envío —procedo a enviarle el contacto.—Estás más delgado.—Sí, una mujer me puso a dieta y estábamos haciendo mucho cardio —le regalo un guiño —además que el atentado también me dejó delicado un tiempo.—¿Qué dijiste?, ¿estamos hablando del mismo atentado? —su expresión corporal me dice que no tenía ni idea que salimos heridos en el mismo atentado.—Richard, mírame —Se acerca a mí y me descubre con los ojos cerrados.—No puedo creer que te hubieran escondido también eso —la miro a los ojos con furia contenida —no los voy a tocar porque son tus padres y eso nunca
Otra vez estoy en esa disyuntiva absurda, en la cual no puedo simplemente eliminar a Oliver. Es cierto que el hombre es aparentemente correcto, pero eso es solo la superficie, él al igual que todos, también tuvo una época de rebeldía y la prueba es ese gran tatuaje en su brazo derecho.Los santos no se tatúan ¿o sí? Ojalá la única cosa que arrastra de aquella época fuera el tatuaje, pero no, tras eso llegaron los problemas de juego. Es un gran problema estar reportado como deudor en los bancos, pero los cobradores de apuestas, suelen ser mucho más persuasivos que los bancarios y no existe una base de datos oficial en la cual verificar.Ya voy a completar el mes sin tener a mi mujer a mi lado y eso me tiene de pésimo humor. Sé que ella no tendrá sexo con Oliver, pero saber que está arreglando matrimonio con otro, no es una imagen mental que me ayude y aún faltan aproximadamente ocho días para poder ir por ella.Con memoria o sin memoria, en ese tiempo ya no tendré que estarme preo
Soy capaz de sentarme tres días después de la cirugía, así que lo primero que hago es ir a la habitación de Lorena a verla. Está conectada a algunos aparatos, lo cual hace que me duela el corazón como hace muchos años no lo hacía.Mi celular suena y al ver en la pantalla el nombre de Miller, todo se vuelve rojo. Mi mirada vuelve a Lorena y debo repetirme una y otra vez que no debo actuar por impulso, no debo echar por la borda todo lo el camino andado, así que cierro los ojos, aprieto la mandíbula y vuelvo a mirar el celular convencido de lo que debo hacer.Estaba esperando su llamada hoy, tal y como habíamos quedado hace unos días, para "iniciar la operación".—Miller, este no es el momento, estoy en la clínica—le digo en voz baja al hombre.—oh, ¿pasó algo? —pregunta el desgraciado haciéndose el inocente, así que decido seguir su juego.—Lorena sufrió un atentado, así que está internada.—Lamento escuchar eso, ¿tienes una pista de quién fue?—Un intento cobarde del candidato Moore
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