19. Vínculos rotos antes de nacer
Elara camina hacia ellos con paso firme, bajo la radiante mañana que cae sobre los jardines. La brisa le arremolina suavemente el borde del vestido, y el sol acaricia sus mejillas con una calidez que contrasta con la tensión que percibe en el ambiente.
El coronel da un paso al frente, se cuadra con una formalidad impecable y lleva la mano al pecho.
—Mi SuperLuna, me presento ante usted. Mi nombre es Owen Crestfall —declara con voz grave, el tono de quien está acostumbrado a comandar ejércitos—. Coronel del ejército del rey Aleron. Estoy a cargo de los entrenamientos, de la estrategia militar y de todo lo que implique defender este territorio. También… soy un buen cazador de brujas. Conozco sus puntos débiles, sus límites... sus trucos. —La mira con respeto, pero sin temor—. Y aunque no parezca, estoy bajo sus órdenes, señorita. Obedeceré sin renegar.
Elara alza una ceja, divertida. Inclina apenas la cabeza y, con un tono liviano, le responde:
—Elara Stokes, SuperLuna de este siglo