—¿Pero tu eres loca? ¿Cómo me cuentas a mi esto?
—No sabía a quien decírselo.
—¡A tu madre coño! Pero no a mi.
—Eres la única amiga que tengo a la que le.puedo confiar esto.
—¿Pero en que pensabas? ¿No sabias ponerle un condon al friki ese? —Kathy se rompe a llorar.
—Sí tu reaccionas así mis padres me matan.
La dejo llorar unos minutos mientras intento calmarme. La habitación huele a sal y lágrimas secas, a secretos que pesan más de lo que cualquier adolescente debería cargar.
—Tienes que decírselo —insisto por tercera vez, ajustando mi voz para que no tiemble—. Tu padre no es un monstruo. Te llevará al mejor médico, te cuidará...
Kathy sacude la cabeza con violencia, haciendo volar las lágrimas que cuelgan de sus pestañas.
—¡No lo conoces como yo! —grita, y es la primera vez que la veo perder el control
Me estremezco, pero no cedo.
—Tú eres su sangre, su princesa , él solo busca que estés bien. Si lo vieras hablando de ti...
—¡Por eso será peor! —se levanta, derribando el li