No tengo suficiente de ti.
Ambas lenguas unidas, dejándonos caer en la cama con un deseo enfermizo que nos destroza. Yo beso a Sol con hambre, como si fuera la primera vez que ambos nos comemos así.
Estoy vulnerable, pero pese a toda mi vulnerabilidad, aún así sé que logré algo que Sol no recuerda... obsesionarla conmigo.
Por mucho tiempo esperé escucharla decirme que simplemente siguiera como hasta ahora, que la tomara a mi antojo.
Escucharla hablarme así, sujetarme a sus antojos... después de todo, me doy cuenta de que ella está tan mal como yo. La única diferencia es que ella solo me matará si se lo permito.
Serle fiel será tan fácil. Mirar a otras no me importa. No hay nada en el exterior que me interese más que la mujer a la cual se la he metido cantidades de veces, y aun así me sigue causando un placer absolutamente enfermo.
—Dante...
Mi lengua se desliza por su cuello, y el cuerpo le tiembla mientras clava sus uñas en cualquier parte de mi cuerpo, intentando contener el placer que le causo.
Mi lengua sig