Mundo ficciónIniciar sesiónMijail siendo un mafioso secuestró a Victoria Jones, ella logró huir de él, pero su vida ya estaba marcada por todo lo que tuvo que vivir mientras estaba bajo su poder. Tiempo después Mijail se ha dispuesto a recuperar a su mujer, a la única chica que lo ha enamorado de verdad, aunque él sabe que ese sentimiento no es amor, es mas bien las ganas de poseer lo que no puede obtener con todo el dinero que tiene, así que Victoria volverá a él, cueste lo que cueste.
Leer másPRÓLOGO
—¡Serás mía, te lo prometo! —El grito resonó en la noche, áspero y lleno de una promesa aterradora. La voz del hombre tatuado se clavó en mi espalda como una estaca de hielo, y el terror me paralizó. Sentí cada vello de mi cuerpo erizarse, un escalofrío que no provenía del frío de la noche, sino del miedo más puro. Malka, con su instinto protector, me tomó de la mano y tiró de mí con fuerza, rompiendo mi trance. Comenzamos a correr sin aliento, esquivando las sombras que la luz de las farolas proyectaba sobre el asfalto. El único sonido era el golpeteo de nuestros pies y el latido desbocado de mi corazón, que retumbaba en mis oídos. Corrimos como si la vida dependiera de ello, porque, en ese momento, sentía que así era. No paramos hasta que el familiar cartel de la entrada de nuestra localidad apareció ante nuestros ojos, un refugio en medio de la tormenta.
Jadeando, me apoyé contra un poste, tratando de regular mi respiración. Malka soltó sus pertenencias con un gesto de exasperación y se dejó caer sobre el pavimento, con la espalda apoyada en la pared. Sus ojos oscuros, generalmente llenos de vida, estaban fijos en la nada, y una pesada nube de preocupación los cubría.
—Eso fue intenso y abrumador, ¿no? —logré decir, mi voz apenas un susurro. La adrenalina aún corría por mis venas, y mi cuerpo temblaba.
Malka no respondió de inmediato. Solo bufó, un sonido seco y amargo que me llenó de una sensación de malestar. Luego, levantó la cabeza y sus ojos se clavaron en los míos.
—Estás en problemas, Victoria —pronunció con una frialdad que me hizo temblar. El tono de su voz me irritó, porque lo último que necesitaba en ese momento era un regaño.
—¿De qué hablas, pendeja? —repliqué, aunque la punzada de miedo en mi estómago ya me advertía que su preocupación era real.
Mi amiga se puso de pie de un salto y me tomó de los hombros con tal fuerza que me obligó a mirarla directamente a los ojos. La desesperación era evidente en su rostro.
—Mijaíl no es un chico cualquiera. No es uno de esos vagos que encuentras por ahí —continuó, y cada palabra era como un golpe. —Si te prometió que serías de él, así va a pasar, y nada ni nadie hará que sus planes se estropeen. No entiende el significado de un "no", y su obsesión es tan profunda como peligrosa. No es una amenaza vacía, Victoria. Tragué saliva con dificultad, la realidad de la situación cayendo sobre mí como una losa de cemento. —Es mejor que te vayas del país y ni aun así creo que te deje en paz. Su poder llega a rincones que ni siquiera imaginas.
—¡Pero, Malka, eso es imposible! —bramé, la voz quebrándose en un sollozo. —¡¿Ese hombre puede tener lo que quiera?! ¿Cómo carajos saldré del país, si mis padres apenas tienen para la comida? —El pánico me desbordó. No era solo la amenaza de Mijaíl, sino la abrumadora sensación de impotencia. Ahora fui yo la que se sentó en el suelo, con la cabeza entre las manos, y las lágrimas comenzaron a brotar sin control. Sentía que mi vida, mi libertad, me estaban siendo arrebatadas.
—Tranquila, amiga, debe haber una solución a todo esto —Malka se sentó a mi lado, su voz ahora suave y llena de compasión. Me envolvió en sus brazos, un abrazo que me ofreció un breve consuelo en medio del caos. Después de unos minutos, me ayudó a levantarme, y juntas emprendimos el camino a mi casa, la pesadilla de Mijaíl acechando en cada sombra.
Apenas llegué, me encerré en mi habitación. La oscuridad y el silencio de las paredes me ofrecían una falsa sensación de seguridad. Me recosté en la cama, el terror aún fresco y las lágrimas goteando en mi almohada. La impotencia me consumía. ¿Cómo podía enfrentarme a un hombre así, alguien que parecía tener un control absoluto sobre todo?
No sé por cuánto tiempo estuve dormida. Desperté cuando la luz de la luna se filtraba por la ventana. La casa estaba en silencio, mis padres aún no habían llegado. En ese momento de soledad, un sonido estridente hizo que saltara del susto. Era mi teléfono. Con manos temblorosas, desbloqueé el móvil. La pantalla se iluminó, y un mensaje de un número desconocido apareció, logrando helar mi sangre de una manera que las palabras de Malka no pudieron.
"No espero la hora para tenerte entre mis sábanas y hacerte gemir tan fuerte mi nombre. Mijaíl".
El mensaje era una sentencia, una promesa de posesión que me robó el aliento. En ese instante, comprendí que la pesadilla no había terminado. Apenas estaba comenzando. Y yo, Victoria, no tenía ni la más mínima idea de cómo escapar.
60Mijail me mira de reojo, sé que lo ha hecho. pero, ¿por qué?, me acerco con cautela a Alexander, necesito saber que le ha dicho su asesor de finanzas sobre mi padre. Mijail se cruza en medio de los dos impidiéndome el paso y alejándome de Alex.—¡¿Qué te sucede, Mijail?!—respondo furiosa. Mijail me toma del brazo jalándome hacia él.—No te le acerques—amenaza a Alex.—Hermano, tienes que controlar tus celos...Victoria, colócale un collar antes de que muerda a alguien—suelta en medio de risas y todo pasa en cámara lenta. Mijail estampa un puño contra la cara de Alex, este se levanta y le devuelve el golpe. Veo la nariz de mi prometido sangra y el pómulo herido de Alexander, los dos tienen una batalla campal en medio de la sala.—¡Basta! —grito tan fuerte, que mi garganta comienza a arder—Parecen un par de niños pequeños, peleando por un juguete—¡Tú! —señalo a Mijail—Deja de actuar como un puto niño, Mijail—miro a Alexander—¡Vuelve a tratar a Mijail de esa manera, y yo misma te corto
59Mijail me mira y le ruego que continúe.—Mi sangre se heló cuando vi…el nombre de tu padre en la lista, pero, mi mayor sorpresa fue cuando el número de habitación a la cual mi madre entraba era a la de tu padre Gilberto Jones…—estoy sin habla…no sé qué decir—Sé, que de un momento a otro Gilberto abandonó a Isabel sin previo aviso, sé que ella sufrió porque vivió todo lo que te había ocurrido por mi culpa sola. Pero, jamás pensé que tu padre y mi madre estuviesen en un amorío. Tiempo después cuando volví a recuperarte o más bien obligarte a estar conmigo, me di cuenta de que Gilberto había desaparecido de nuevo. Pasaron años hasta ahora, pero, lo que me entere me dio tantas ganas de matarlo a pesar de que fuese tu padre y créeme eso fue lo único que me detuvo para no hacerlo, porque no pienso darte más.Mi cuerpo está temblando, no estoy segura de poder mantenerme de pie. Siento que todo se mueve y tengo unas ganas inmensas de llorar.—Continua, por favor…—me siento tan patética.—A
CAPÍTULO 58Los ojos de Mijail, están entrecerrados.Su mandíbula está tan tensa que tengo tanto temor que se haga daño. Le he dado la orden a Pedro para que corra detrás de mi madre y la proteja de cualquier tontería. Siento un dolor en mi pecho a tal punto que siento como si fuese un golpe. Mi padre o más bien Gilberto Jones, da un paso hacia mí, pero, mi cuerpo reacciona y doy dos más hacia tras. La mano de Mijail roza con cuidado mi cadera, susurra algo inaudible y realmente en estos momentos no le estoy prestado nada de atención, a mi ahora prometido.Malka trata de suavizar el ambiente, diciendo que es hora de su baile como una mujer casada y Ethan espeta diciendo que ya es la señora Volkov. Tengo tanta ira acumulada, le agradezco a los dos por disipar el ambiente, pero, la tristeza se está reteniendo en mis ojos. ¡Quiero llorar!La mirada del hombre que algún día fue mi padre, se encuentra apagados y sin brillo. Marcela me mira casi rogando para que le permita acercarse a mí, p
57Malka, ha entrado a la capilla del brazo de su padre. El vestido se le ve precioso y el maquillaje hace resalta su piel color canela. Ethan se ve sonriente en el alta mientras que Mijail y yo estamos a un lado de él esperando a su anhelada novia. La mano de mi novio acaricia con delicadeza la mía y puedo ver sus ojos reteniendo las lágrimas.—¿Qué sucede? —susurro solo para nosotros.—¡Estoy imaginado el día que tú y yo estemos en su lugar! —siento mariposas imaginarias revoloteando en mi estómago y una electricidad recorre todo mi cuerpo. Trato de decir algo, pero, las palabras no salen de mi boca. Veo el ceño de Mijail fruncirse al mirar hacia la puerta y en mi campo de visión aparece Marcela Volkov su madre. Mijail retira la mano de la mía y le dice algo en el odio a Ethan. La mirada del menor de los Volkov se dirige hacia Marcela y niega inmediatamente.Siento que me estoy perdiendo de algo ¿Marcela no fue invitada?La ceremonia paso con tranquilidad, la sorpresa de la noche fu
CAPÍTULO 56Es extraño de alguna manera, ver a Alexander interactuar tan plácidamente con Malka y Ethan, han pasado casi cuatro semanas, desde mi secuestro a mano de este y de la tregua que Mijail hizo con la mafia italiana.Elaine Woods, no se ha presenciado en ningún aspecto y por decisión de Mijail, hemos vuelto a mi amado país España. Mi madre ha estado muy extraña últimamente y no sé a qué se debe su alejamiento, solo espero, que nada extraño este sucediendo con ella.A Malka se le ha comenzado a notar su barriga de embarazada, y la muy perra se ve adorable. Ethan ha estado preparando todo lo respectivo a la boda que harán, ya que, aunque no lo crean el menor de los Volkov es religioso como se denomina y ha solicitado a Malka que se casen en una pequeña ceremonia que harán el día de hoy en una capilla privada que Mijail ha conseguido para ellos.Mijail ha decido vivir a las afueras de Madrid, y en cierto punto estoy de acuerdo con sus decisiones. Sobre el negocio de burdeles, le
55—Yo también lo lamento tanto—tomo una de sus manos y la estrecho con suavidad. Él me mira y asiente.—Yo, solo estaba confundido Vicky, he llevado tota mi jodida vida dentro de la mafia, que jamás supe que era tener a una mujer real a mi lado—veo como se levanta, pero, no para marcharse—Todas las mujeres a nuestro alrededor son unas interesadas, huecas y tontas, así que al verte me deje llevar por tantas emociones que realmente no sentía. —sus ojos se encuentran con los míos y por primera vez después de tanto tiempo, nos estamos comunicando.Un grito hace colocarnos alerta, Nathan me toma de la mano jalándome hacia la salida de la piscina. Otro grito hace colocarme la piel de gallina. Malka junto a Ethan bajan a toda prisa y Nathan me señala que los gritos vienen del sótano de la mansión. Tomo una bocanada de aire antes de abrir la perilla para bajar las escaleras de aquel lugar desconocido. La madera rechina y siento mi corazón pararse cuando veo a Mijail golpear a Alexander con r
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