CAPÍTULO 63

En la conciencia de Juan Pablo se deja ver una brecha muy grande entre lo que siente, y lo que quiere sentir. Sus sentimientos por Gladys y su odio irracional por la situación en la que él mismo se metió tiempo atrás.

Está en la sala de juntas esta mañana. Sólo ayer estaba con Gladys, en esa noche fría, cruel y distante. Donde a él sólo le pedía que renunciara a ella así sin más, como si no fuese suficiente verla en los brazos de otro hombre. No. Demonios. No podrá soportarlo. No puede soportarlo. Voces se unen en un intervalo constante genuinamente molesto para él. Casi renuncia a esta reunión porque no durmió en toda la noche, y prefirió sentarse en el cuarto de Gabriel y verlo dormir. Se quedó toda la noche ahí a la espera de cualquiera llamado, con ganas de irse nuevamente a buscarla.

—No voy a compartir mis acciones con nadie. Sólo Camilo me dirá qué o no hacer —Marisol dice, ya enojada. Camilo quiere que cada uno de sus nietos tenga un porcentaje de las accion