118. Felicidad
—Se declara a la señorita Esmeralda Torres culpable de homicidio de la señora Carolina Bustamante.
Cuando el juez dice su sentencia, la audiencia cae en un profundo silencio. Todo es demasiado irreal como para creer.
Y las lágrimas de Gladys descienden por sus mejillas. Con pesar, cierra los ojos y se cubre los labios. Juan Pablo, a su lado, la abraza y besa su cabeza. Hace unos días que llegaron de su luna de miel, y en ese mismo instante les avisaron que el juicio de Esmeralda sería en dos días. Juan Pablo insistió que no debería presentarse, que no hacía falta, pero Gladys decidió que sí.
Sería el último día que vería a Esmeralda, pero oír esa sentencia es una daga completa a su corazón. La vida de su abuela, la única persona importante en su vida, apagada por la envidia de Esmeralda.
—...así como su complicidad en el secuestro de la niña Esperanza Villarreal…
Gladys no puede creerlo. ¡Claro que Esmeralda sabía lo que había ocurrido con su hija! Es deprimente escuchar todo l