71. La Furia de Luca
Luca Franzani estaba en su oficina revisando proyecciones financieras cuando su teléfono sonó. Julieta. Raro que llamara durante horas de trabajo a menos que fuera urgente.
—¿Qué pasó?
—Necesitas venir a casa. Ahora —su voz sonaba tensa de maneras que Luca rara vez escuchaba—. Isidora se fue. Empacó todas sus cosas y se marchó.
Luca sintió ese familiar dolor de cabeza que solo su hijo podía provocar.
—¿Por qué?
—Eso tienes que escucharlo de Matteo. Pero Luca, es grave. Peor de lo que imaginas.
—Voy en camino.
Colgó y le dijo a su asistente que cancelara todas sus reuniones del día. Algo en el tono de Julieta le decía que este problema requeriría más que una conversación rápida.
El trayecto a la mansión tomó veinte minutos que Luca usó para prepararse mentalmente. Durante meses había estado conteniendo su frustración con Matteo. El incidente inicial con Isidora. Las fotos en el club. Los intentos torpes de redención. Todo había sido un desastre tras otro.
Pero algo le decía que esto era