70. El Refugio en Diego
El taxi dejó a Isidora frente a un edificio moderno en el distrito de Sarrià. Diego vivía en el tercer piso, un apartamento que ella nunca había visitado antes a pesar de todos los meses que llevaban conociéndose.
Tocó el timbre con manos que finalmente comenzaban a temblar incontrolablemente.
Diego abrió inmediatamente, como si hubiera estado esperando junto a la puerta desde que colgaron. Cuando la vio, cuando realmente la vio de pie allí con sus maletas y ojos rojos, sus ojos se llenaron de preocupación instantánea que atravesó todo su rostro.
—Isidora.
Fue todo lo que necesitó decir. Solo su nombre. Ella se derrumbó completamente.
Las lágrimas que no había derramado en la mansión, que había contenido con fuerza férrea mientras empacaba y se despedía, finalmente llegaron como avalancha. Sollozos profundos que sacudían todo su cuerpo violentamente. Diego la atrajo dentro sin decir nada más, cerrando la puerta suavemente detrás de ella, y simplemente la sostuvo mientras ella lloraba c