El pueblo entero parecía estar de fiesta. Desde temprano, las calles se llenaron de movimiento: flores siendo entregadas, músicos afinando sus instrumentos, y vecinos que iban y venían con sonrisas en los rostros. La boda de Clara y Andrés, una joven pareja que se había mudado al pueblo un par de años atrás, se había convertido en el acontecimiento más esperado del año.
Bianca había desarrollado una amistad cercana con Clara, compartiendo tardes de café y conversaciones sobre sus sueños. Cuando Clara le pidió ayuda con la organización de la boda, Bianca no lo dudó. Junto con otras mujeres del pueblo, se sumergió en los preparativos: desde elegir las flores hasta coordinar los detalles de la ceremonia.
Luca, p