Mundo ficciónIniciar sesiónUn par de horas después, el dormitorio se había transformado en un improvisado vestidor. Vestidos colgados en el armario, zapatos alineados en la alfombra, y Caroline frente al espejo con un ceño indeciso.
- “Este es demasiado formal”, dijo ella, girando sobre sí misma. Mariano, sentado en el borde de la cama con la bebé en brazos, fingió ser un jurado estricto. “Demasiado. Pareces lista para recibir un premio Nobel”, comentó Mariano. Ella rodó los ojos y tomó otro vestido. - “¿Y este?”, preguntó Caroline. Él sonrió apenas la vio. - “Ese. Sin duda. Sobrio, elegante y lo bastante peligroso para que me den celos en el almuerzo”, respondió Mariano. Caroline contuvo una risa, pero se lo quedó puesto. - “Entonces será este”, dijo ella.






