Mundo ficciónIniciar sesiónEn la oficina de Francesco, en Milán, los papeles se amontonaban en carpetas selladas. La videollamada se abrió y en la pantalla apareció Mariano, desde la misma ciudad donde Leonardo se movía a tientas.
- “¿Y bien?”, preguntó Mariano, directo. Francesco acomodó sus lentes. - “El bufete está listo. Apenas llegue la negociación por el divorcio, Leonardo estará en la peor posición posible. Además, los informes financieros que pediste están listos, muestran pérdidas y desvíos que no podrá justificar”, respondió Francesco. Mariano sonrió apenas, un gesto frío. - “Excelente. Aquí ya se siente la presión. Ha buscado a Marisol, a los padres de Caroline, pero no ha obtenido nada. Le falta aire, y eso es justo lo que quiero”, expresó Mariano. - “Ten cuidado”, replicó Francesco. “Un hombre desesperado puede recurrir a cualquiera. Y sabes b






