Mundo ficciónIniciar sesiónLa respiración aún no se había calmado, y Caroline, con la piel húmeda y los labios hinchados, lo sorprendió, lo empujó suavemente hasta hacerlo recostarse. Una risa nerviosa escapó de sus labios, pero en sus ojos había fuego.
- "Ahora yo…", susurró Caroline, trepando sobre él; por fin era capaz de disfrutar del placer que le fue negado, en él no había ápice de juzgamiento sobre su pasado. Mariano la miró con una mezcla de deseo y reverencia, pero antes de que ella lo montara, se incorporó lo justo para tomar un segundo preservativo de la mesita. Caroline lo observó, respirando entrecortada; lejos de cortar la magia, esa pausa breve hizo que su cuerpo ardiera todavía más. Lo ayudó a colocárselo con manos temblorosas, y luego se acomodó sobre él, rozándolo con la punta húmeda de su sexo hasta dejar escapar un gemido. Cuando se dejó caer lentamente, sintiéndolo llenarla de nuevo, su garganta v






