Capítulo 02

En la escuela, a Naomi le gustaba defender a los demás, lo que a menudo la llevaba a ser castigada en la dirección. Era una rebelde sin causa, pero su capacidad para usar la razón y aprender la convirtió en una alumna meritoria, consiguiendo una beca universitaria. Decidió estudiar abogacía para desarrollar sus habilidades de argumentación, negociación y resolución de conflictos.

Le faltaba poco para culminar con éxito sus estudios. Era una mujer verdaderamente hermosa, con un cuerpo envidiable.

Naomi llevaba algunos años trabajando en el hotel "DerekPat" y visitando la agencia Torres. Increíblemente, era la primera vez que se encontraba con Derek Torres en persona. Sabía que era un hombre complicado; todos los empleados le temían y preferían mantenerse alejados de él.

Al llegar al hotel, su hermana la esperaba en el lobby, de pie, con los brazos cruzados. Sorprendida por la cara de preocupación de Nelly, Naomi se acercó asustada.

—¿Qué te pasa? ¿Les pasó algo a los niños?

—Estamos bien. El gerente quiere hablar con nosotras. ¿Será que nos van a despedir? ¡Ay, no! No estoy lista para quedarme sin empleo.

—Relájate. Ven, hablemos con él.

Ambas hermanas se dirigieron a la oficina del encargado del hotel. El señor, después de terminar una llamada, les pidió que se sentaran. Nelly estaba tan nerviosa que le temblaban las piernas y le sudaban las manos. En cambio, Naomi estaba confiada; era una mujer dispuesta a todo, lista para enfrentar cualquier situación. Un despido no sería la excepción.

—Las hermanas Ross, hermosas mujeres —dijo el hombre, mirando su computadora. Después de revisar algo de información, se dirigió a ellas de nuevo—. Ustedes son de mis mejores empleadas. Sé que puedo contar con las dos en cualquier imprevisto que surja aquí.

—Señor Break, sin tantos rodeos, por favor —pidió Naomi.

Las hermanas trabajaban en turnos rotativos, pero el gerente las necesitaba para pasar un fin de semana en la villa de la familia Torres. Allí se celebraría el cumpleaños del señor Víctor Torres, y todos los familiares estaban invitados a pasar un momento agradable e inolvidable.

Después de que el señor Break les explicó para qué eran requeridas, la hermana mayor suspiró de alivio.

—¡Uf, qué alivio! —exclamó Nelly.

—Señor, tiene una gran variedad de camareras, ¿por qué nos seleccionó a las dos? —interrogó Naomi.

—Elegí a las siete mejores para brindar un servicio excelente a la familia Torres. Recuerden que somos sus subordinados, y la magistrada solicitó personal de este hotel.

Las hermanas aceptaron ir a la villa; de todos modos, era parte de su trabajo. Sin embargo, había un pequeño problema: Nelly era madre de gemelos de ocho años, y Naomi los cuidaba cuando ella trabajaba. Si ambas tenían que trabajar fuera de la ciudad, ¿quién se quedaría con los niños?

Caminaban por el pasillo, haciéndose la misma pregunta. Al llegar a recepción, Naomi registró su turno y le dijo a Nelly:

—No te preocupes, Tyler los cuidará. Cuando regresen del colegio, diles que les compré helado.

Los hermanos Ross se querían con un amor incondicional: era uno para todos y todos para uno.

El tiempo vuela, depende de ti ser el piloto.

Era medianoche cuando Naomi regresó a casa. Tyler, que siempre la esperaba despierto viendo una película, esa noche estaba diferente. Estaba concentrado, llenando un formulario. Nelly estaba sentada en el sofá con las piernas encima, tomando una taza de té.

—Tyler, ¿qué haces? —le preguntó Naomi al entrar.

—Estoy preparando mi propuesta para postularme como director de marketing de una de las sucursales. He estado esperando esta oportunidad.

—¿En serio? —indagó Naomi. Fue a la cocina, se sirvió té y se sentó al lado de su hermana.

—Sí. Mañana, en la villa, elegirán a los nuevos gerentes financieros y a los directores de marketing. El señor Albín me invitó a presentar mi propuesta.

Naomi se puso de pie, caminó hacia él, lo abrazó por detrás y le dio varios besos en la mejilla. Estaba orgullosa de su hermano y saber que por fin ejercería su profesión era realmente gratificante.

—Te van a elegir, eres el mejor. Si los Torres valoran el buen desempeño, el puesto es tuyo —dijo emocionada.

—Ahora el CEO es Derek, y él solo me conoce como el encargado de mantenimiento —expresó apenado.

—A ese arrogante no le quedará más remedio que aceptar lo grandioso que eres.

Tyler se había graduado de mercadotecnia hacía tres meses. Le había costado terminar la carrera, ya que era el hombre de la casa y debía encargarse de todos los gastos. Por fortuna, sus hermanas comenzaron a trabajar, lo que le permitió continuar sus estudios.

—Y ahora, ¿qué vamos a hacer con los gemelos? —preguntó Nelly.

Cierto, no tenían a nadie de confianza para cuidar a los pequeños. Naomi sabía lo importante que era ir a la villa; no podían defraudar a su jefe, y Tyler tampoco podía faltar.

—Nos los llevaremos. Tyler solo va a participar en unas cuantas reuniones, después puede quedarse con ellos —explicó Naomi.

Era arriesgado llevarse a los niños, pero era la única solución. Sin más opciones, decidieron tomar el riesgo.

Mientras los Ross se disponían a dormir, para Derek y sus amigos la noche apenas comenzaba. Los jóvenes se encontraban en el área VIP de una discoteca, rodeados de mujeres.

Una de esas mujeres era Lizeth, la engreída hija de un juez y amiga de la magistrada Patricia. Con aire de diva, siempre se había mostrado interesada en Derek, pero sus encuentros íntimos no daban indicios de una relación formal.

A Derek le gustaban las fiestas, aunque era de esas personas que no bailan ni se dejan llevar por el ritmo de la música. Tampoco iniciaba conversaciones por el volumen alto ni se emborrachaba hasta perder el conocimiento. Él prefería quedarse sentado, observando el ambiente, a las mujeres y a sus amigos hacer tonterías. Aunque se divertía, su actitud fría hacía parecer lo contrario.

El mayor deseo de Lizeth era ser la prometida oficial de Derek, algo que parecía difícil de lograr.

—Derek, ¿qué te parece si vamos a tu apartamento? —preguntó la joven, sentada en su regazo, mientras él la sujetaba por la cintura con movimientos lentos.

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