Malú volvió a mirar a Gabriel, sonriendo entre lágrimas, sobre todo cuando él mencionó a May, su hermanita. Sin embargo, Ravi interrumpió con una pregunta impaciente:
—¿Y dónde vive tu tía? ¿Está muy lejos de aquí?
Gabriel sonrió, intentando evitar la presión:
—¿Realmente no confías en mí, verdad, Ravi?
—No es eso —respondió él, cruzando los brazos—. Necesito saber a dónde va mi chica. Si no, moriré de angustia.
Malú sonrió, conmovida por la preocupación de él. Entonces Gabriel cedió:
—Bueno, la tía Isabel vive cerca, más específicamente en Cesário Lange.
Antes de que Ravi pudiera insistir, Gabriel añadió, serio:
—Pero mientras menos información tengas, mejor. ¿Ok?
Ravi, a regañadientes, asintió. Entonces, mirando a Malú, Gabriel sostuvo sus manos y añadió:
—Hay una cosa más —miró a Ravi, que estaba besando la otra mano de ella—. Necesitas fingir ser quien eras antes, Ravi.
Malú frunció el ceño:
—¿Cómo? ¿Fingir ser lo que era antes?
Gabriel sonrió, evitando su mirada fulminante:
—Tu n