Chloe, después de pasar toda la noche pensando en qué hacer. Se le ocurrió la idea perfecta. Ir al penthouse merece mostrarle que no está para nada conforme con su boda con esa mujer.
Sabe que después de su rompimiento él tuvo que cambiar las claves del elevador. Sin embargo, tiene a alguien infiltrado adentro que sin duda la ayudará.
Agarra su móvil marcando el número sobre el teclado. No lo tiene registrado solo para no levantar sospechas, pero se lo sabe bastante bien.
Espera un momento hasta que esa voz familiar contesta.
—Hola, señora Selene —saludó Chloe sonriendo.
—Hola, señorita Chloe, creo que me dejó muy claro que no me marcará más —responde la mujer desde el otro lado.
—Sí me lo dijo, pero necesito de nuevo su ayuda.
—De nuevo, recuerdo que le dije que solo le ayudaría la vez pasada a ser la novia del señor y que sería el último favor —le recordó la mujer.
—Sí lo hizo, pero eso no fue suficiente para que él le pidiera que fuera su esposa, así que ese f