—¿Qué es esto? —preguntó ella mirando fijamente el rostro de su esposo.
Castiel aparta las manos, se enjuaga con rapidez y sale del baño agarrando la primera toalla que encuentra, cubriendo su desnudez. Yestin hace lo mismo. Al salir de la regadera, cierra la llave. Busca una toalla y sigue a su esposo, que ha regresado a la habitación.
Mira cómo se está vistiendo lo más rápido que puede. Lo que desconcierta a Yestin; no entiende por qué ahora se está comportando de esa manera.
—¿Qué te pasó? —¿Intentaste quitarte la vida? —volvió a preguntar Yestin. Vestimenta deja de moverse y se queda ahí inmóvil por un momento. Pensando en qué decirle. Pero no está seguro de decirle la verdad apenas la conoce; qué tal si le dice su debilidad, es capaz de usarla en su contra.
—Es mejor que no lo sepas y lo único que diré es que estas marcas son parte de un momento oscuro de mi pasado y prefiero que se quede así —declaró el sin siquiera verla.
—Pero soy tu esposa —protestó ella porque