POV Evolet
Han pasado varios días después de haber matado al árabe. Estoy empacando todas mis cosas. Mi papá Miguel y Franco ya saben que sí cumplí con mi objetivo y están felices, al igual que yo. Pero siento que tengo que hacer algo antes de regresar. También porque no le puedo hacer eso a Alex. Él se ha portado muy bien conmigo. Me ayudó y yo solamente después de eso me he mantenido distante, sin volver a tener nada con él. Aunque, la verdad, ganas no me han faltado.
Pero yo sé que lo que hice no estuvo bien. Sé que en estos momentos pareceré una cualquiera, mejor dicho, una perra. Pero sé qué es lo que debo hacer. Aunque no sé si ellos estén de acuerdo.
Así que tomo mi teléfono y marco el número de Franco. Me lo pongo en el oído mientras escucho que la llamada entra.
—Hola, mi amor —escucho que dice Franco y eso me causa una sensación de alegría, pero a la vez una mala sensación de que lo estoy lastimando.
—Hola, Franco —le respondí en seco, intentando fingir que nada pasa.