Punto de vista de Carla
—Cinco horas, dame cinco horas y mis guerreros estarán aquí. —Héctor golpeó el escritorio de mi oficina alfa con el puño.
Estaba furioso porque no le advertí sobre lo que acababa de hacer, sobre el ataque que iba a lanzar.
—Gracias Héctor, pero tu manada está en el consejo y no quiero involucrarte en esto.
Aplané los documentos de mi escritorio que se habían arrugado bajo su puño.
—¿Involucrarme? Joder, cariño eres mi compañera, esto ya me involucra.
—Elena, ¿estos son los únicos planos? —Le pregunté a mi hermana, ahora mi beta, ignorando su arranque. Como alfa de esta manada, las decisiones eran mías, él podía aconsejar, pero ese era mi territorio.
—Sí, alfa. Los he estudiado durante días sin encontrar una manera de entrar. —Elena rodeó el escritorio para situarse detrás de mí. Héctor también se desplazó a mi espalda, los tres observamos los planos juntos.
—Podría entrar bajo el pretexto de escuchar sus explicaciones. —Murmuré para mí misma.
—¡Ahora eres una a