¿Mercedes habría estado aquí? ¿Me habría llevado a otro lugar? ¿Se habría enterado de que trabajaba para el Alfa Darnell?
—Solo espero que te gusten las rimas... —su actitud era de pura diversión, un contraste con mi creciente impulso asesino.
Podía sentir que era un Alfa; su aura emanaba de él, pero no resultaba amenazante... lo que él no sabía era que me había enfrentado a Alfas como él con los ojos cerrados.
Por cada paso que daba él acercándose, yo daba uno lateral, intentando acercarme a la puerta, pero sabía que saltaría sobre mí en cuanto estuviera a su alcance. Necesitaba algo, algún tipo de arma.
Mis ojos buscaban con desesperación algo, cualquier cosa que pudiera usar para incapacitarlo.
—No voy a hacerte daño... —dijo, mostrando las palmas de las manos.
—Lo sé —respondí con seguridad, manteniendo su mirada. No me haría daño porque no se lo permitiría.
No caería en ese truco.
Mi loba me impulsaba al modo lucha o huida, advirtiéndome que ese impostor no era el mismo hombre que