Punto de vista de Héctor
—¡Mírame a mí! —gruñí justo cuando Carla cerró la puerta de la oficina.
—Parece diferente. —comentó él secamente, mientras volvía a fijar sus ojos en mí.
Pensé que algo le haría recordar, que el trauma que él le había causado activaría su memoria... que recordaría. Quizá esta amnesia fuera un regalo, quizá olvidar su pasado fuera lo que necesitaba para superar tanto dolor.
—¿Cómo está Elena?
—Es la Alfa interina de la Manada Nocturna Reformada hasta que Carla esté lista para regresar... si es que regresa.
—Había oído sobre Elena como Alfa interina. Pero ¿qué quieres decir con si Carla regresa?
—Es mi Luna, y los documentos de divorcio significan que ya no tienes derecho legal sobre ella. Me sorprende que no hayas luchado más...
—Estoy desterrado, ¿recuerdas? —replicó con un retorcimiento burlón del labio.
Lo observé mientras recorría mi oficina sin prisa por irse.
—¿La marcaste? —Intentó sonar indiferente, pero no pasé por alto cómo se tensaba su mandíbula.
—Ca