Capítulo 5. Parte 1
Antonella:
Creo que hay muy pocas personas que puedan decir que les fascina su trabajo, o que se entretengan en él, que les guste de tal modo que prefieran no llegar a su hogar. En esa limitada nómina estoy yo, pues ser maestra de una pequeña escuela es lo mejor que pude haber hecho en mi vida. La alegría y el agradecimiento de los niños son, sin duda, el aliciente para seguir adelante cada día de mi vida. Quizás, algunas personas me encuentren un tanto exagerada, pero si estuvieran en mis zapatos por cinco minutos, entenderían de lo que estoy hablando.
Mi vida no es fácil, no lo fue cuando era una adolescente, y menos ahora que estoy infelizmente casada.
En la época en que quise entrar a la universidad, mi meta era ser una gran arquitecta, pero ese sueño quedó en eso, un sueño. Aunque ahora que soy maestra, no me arrepiento de no haber estudiado lo que en ese momento creí era mi felicidad. Entrar a estudiar ya fue todo un logro; mi padre, que era un machista, deseaba que estuviera en