Capítulo 63. Parte 1 del final
Antonella:
Tengo treinta y seis semanas de gestación y, si pudiera describirme, diría que soy una lombriz con panza... una muy grande. En los primeros meses me propuse mantenerme activa —y cuando digo “activa”, hablo de tres sesiones semanales de media hora—. No se le puede pedir más a una mujer que nunca ha sido amiga del ejercicio. Y, aun así, para sorpresa de todos, no he ganado mucho peso. Bueno... salvo que contemos los “cien kilos” que bromeo tener cada vez que alguien me pregunta. La verdad es que siempre he sido delgada, y parece que Dios ha decidido dejarme así.
Han sido meses extraños, llenos de cambios, pero también de un cariño que jamás imaginé recibir. Roberta me prepara mis platos favoritos, Cinnia me cuida como si fuera de cristal en el colegio, mi hermano me visita con regularidad, Marcus me regala dibujos llenos de colores, y Diego... bueno, de Diego solo puedo decir que me roba suspiros sin pedir permiso. Este hombre maravilloso parece hecho a medida para mí.
Si me